Y es que a pesar de las advertencias lanzadas por la Dirección de Reglamentos del Ayuntamiento, e incluso la clausura de varios establecimientos, la situación no ha podido ser controlada y sigue realizándose la venta ilegal de bebidas embriagantes a jovencitos incluso de 14 o 15 años.

Si bien esto no ocurre de forma tan evidente en los antros y restaurantes, sino que se observa en mayor medida en áreas externas como el andador de Expo Plaza, específicamente en el monumento al Encierro, en el Andador J.Pani, y sobre todo en la calle Laureles, exactamente atrás de la zona de antros.

Es en esa calle donde se supone habían prohibido la venta de alcohol, pero donde más se observa la situación en algunos mini bares, donde se vende ese tipo de bebidas a menores de edad, aún y cuando muy cerca de ahí está ubicado el módulo de la Policía Estatal.

Ahí se observan al menos tres establecimientos que sin pedir previa identificación, venden alcohol a jovencitas y jovencitos cuya minoría de edad es clara, permitiendo que incluso el consumo lo hagan dentro del establecimiento sin que esto sea detenido por parte de las autoridades, a quienes parece la situación se les ha salido de las manos, o simplemente se han hecho de la vista gorda.

Además, en otras ocasiones grupos de jovencitos solicitan a adultos que les compren las bebidas para no caer en el riesgo de que sean detectados por alguna autoridad.

Así, a dos semanas de haber iniciado la Feria la venta de alcohol se encuentra a la alza, y al parecer no han servido de mucho las advertencias de la autoridad municipal, que de alguna manera sigue solapando la embriaguez en menores.