Lo anterior debido a que ya son muchos los padres de familia que se quejan de la venta de este producto a menores de edad en la mayoría de los establecimientos, mejor conocidos como abarrotes y depósitos, donde se puede vender este producto.

Dijeron que es raro ver a los inspectores realizando las rutinas de trabajo y que a pesar de estar enterados de que esta administración no otorgará un permiso más para este tipo de negocios, en el municipio es incontrolable la venta de bebidas embriagantes.

Reconocieron que éste no es un problema que se suscite por las empresas dedicadas a este negocio, como lo pueden ser las compañías cerveceras, ya que ellas simplemente realizan su trabajo.

Además de estar seguros que en los establecimientos de franquicias de las empresas, como lo son las famosas latas y canteras, el producto sólo se vende a mayores de edad, ejemplo que deberían de tomar los demás negocios.

El problema radica con lo dueños de otros puntos de venta que, con tal de obtener mayores ganancias, no les importa comerciar su producto, a pesar de ser conscientes que afectan la vida de los adolescentes.

Los quejosos dijeron que los inspectores de Alcoholes muy pocas veces se ven en este tipo de establecimientos y al parecer sólo cobran su quincena, sin realizar los trabajos correspondientes.