
El alcohol: Enemigo implacable de los jóvenes
12/04/2011
México, DF.- Para festejar o para llorar, el consumo de alcohol es una práctica muy extendida por parte de los jóvenes, adultos y ancianos; el cine, las canciones, la televisión, en todos lados lo anuncian, sin embargo, estos avisos nunca dicen cuantas muertes y desgracias traen a las personas su consumo desmedido
Son muchos los factores los que llevarían a concluir que el abuso del consumo de alcohol es algo normal y hasta "sano" para convivir con los amigos y la familia. Muchos ignoran o prefieren no ver que la ingesta desmedida de esta bebida está relacionada con la violencia intrafamiliar, los accidentes de tráfico, las riñas callejeras, la adicción al alcohol, y varios daños al cuerpo.
El alcohol es una sustancia tóxica elaborada a partir de la fermentación de almidones, y aunque produce exaltación inicial, es una droga depresora que retarda las acciones y el funcionamiento del cerebro.
Considerada una de las drogas más consumidas en nuestros país el alcohol tarda sólo unos minutos en llegar al cerebro. Al hígado tan sólo le lleva una hora procesar lo que contiene un vaso de vino o cerveza. En las mujeres y en los adolescentes sus efectos se presentan mucho más rápido y duran más que en los hombres adultos.
Para muchos jóvenes es sumamente atractivo consumir alcohol con la intención de experimentar sensaciones de mayor libertad y confianza. Ante ello, es necesario que los padres de familia busquen el momento oportuno para hablar con los adolescentes sobre el consumo de esta bebida.
Uno de los grandes problemas con el alcohol es que está en todos lados, y no precisamente porque lo venden en cualquier tienda o supermercado, sino porque la televisión, el internet, las revistas y hasta el cine, muestran constantemente avisos publicitarios incitando a consumir bebidas alcohólicas.
De una manera silenciosa y sutil, por medio de trampas, sueños, métodos de publicidad y mercadotecnia, esta cacería está acabando con los jóvenes desde edades muy tempranas.
En la actualidad, los niños y los adolescentes son sumamente observadores del ambiente que los rodea, desde pequeños se percatan que en diversos lugares se venden bebidas alcoholizadas, y peor aún es que observan a sus padres y otros familiares consumirlas en diversos eventos familiares, dándole lugar de aceptación, lo que dificulta la comprensión de los riesgos que se asocian al abuso del alcohol.
Según estudios sociológicos, una persona no se convierte en bebedor de la noche a la mañana, sino hasta el establecimiento del hábito como tal, el individuo pasa progresivamente a través de una serie de fases:
Preparación: desarrollo de un clima favorable entorno al consumo de estas sustancias.
Iniciación: es el periodo cronológico "del no bebedor que comienza a beber" y en el que se establecen las conductas iniciales con estas sustancias.
Afianzamiento: comprende la fase cronológica de la persona que bebe en reiteradas ocasiones; en ella el consumo del alcohol se va generalizando en un mayor número de situaciones.
Mantenimiento: es el periodo del que bebe, en el que existe ya dependencia física y psicológica.
De esta manera, el alcoholismo se constituye como un problema social, y existen factores que inciden en su predominio como son: un medio social favorable, consumo y adquisición de las bebidas alcohólicas, evasión a los problemas que afectan al individuo y tradiciones socioculturales favorables al consumo.
La problemática del alcohol es tan fuerte en algunos países desarrollados, que se extiende como plaga a través de la publicidad a los países tercermundistas. Hay países en Centroamérica donde el alcohol produce cientos y hasta miles de muertes al año y México es un país líder en embriaguez y en consumo de alcohol.
Ahora bien, las cifras de la Secretaría de Salud (Ssa) arrojan que en México alrededor de 6 millones de personas tienen problemas relacionados con el consumo excesivo de alcohol. Un total de 250 grupos de alcohólicos anónimos existen para tratar a estos pacientes que en un 33 por ciento son mujeres, cifra que ha aumentado en las últimas dos décadas.
Según el Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC), la cifra en el incremento del consumo de alcohol entre los jóvenes mexicanos es alarmante: un 300 por ciento ha aumentado entre los adolescentes que se encuentran entre los 13 y 19 años. Aún así, la publicidad continúa acaparando más clientes y convirtiendo cada día más jóvenes en consumidores en potencia.
Aunque algunos especialistas mencionan que actualmente el consumo creciente de alcohol es el resultado de una profunda soledad y falta de amor entre los jóvenes y los niños, son muchos los factores que hay que considerar:
Que en la familia existan consumidores de alcohol, padres, hermanos o algunos familiares cercanos.
La tolerancia social hacia el consumo. En la familia como en los demás ámbitos donde se desarrollan niños y jóvenes, el alcohol es visto como de medio de interacción social (fiestas, conmemoraciones, eventos, etc.)
Simplemente ser joven, por la necesidad de conocer y vivenciar situaciones antes desconocidas y no permitidas. Hoy en día, los jóvenes inician su consumo más tempranamente y en mayores cantidades.
Las expectativas sobre su consumo tienen que ver con las creencias que tienen los adolescentes, por ejemplo si beben alcohol podrán relacionarse mejor en grupo, estarán menos estresados, ansiosos y decididos a realizar cosas que no habrían podio perpetrar de otra manera.
Para los jóvenes el consumo de alcohol es algo natural debido a su reducida percepción de riesgo, ya que consideran que no es arriesgado beber una o dos copas.
Ante esto, es importante que los padres de familia proporcionen información a sus hijos sobre las consecuencias del consumo y abuso de alcohol, de esta manera podrán tener claros sus puntos de vista y límites con relación a su consumo
Asimismo, los padres están dando la apertura al diálogo para cuando se presente alguna situación o problema relacionado con su consumo, se pueda resolver oportunamente.
Hay que saber detectar cuando un joven ha creado una dependencia a esta bebida:
· Cuando es incapaz de controlar la bebida; es decir, que a pesar de que se haga el propósito de beber moderadamente, termine siempre en estado de ebriedad.
· Utiliza el alcohol como un medio para "escapar" o "solucionar" problemas que requieren capacidad para tomar decisiones.
· Presenta cambios importantes en su personalidad, es decir, si habitualmente es tranquilo o moderado y se "transforma" en una persona violenta y agresiva.
· Es muy tolerante al alcohol: bebe grandes cantidades y no muestra signo de embriaguez, hasta cierto límite.
· Ocasionalmente tiene bloqueos o "lagunas mentales". Es incapaz de recordar lo que hizo mientras estaba bebiendo.
· Tiene problemas en la escuela y en sus relaciones sociales, como consecuencia de su consumo de alcohol
Al primero de estos síntomas en su hijo, no dude en buscar la ayuda de un especialista, él le aconsejará y orientará, no espere a que sea demasiado tarde.
Fuente: Azteca Noticias
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO
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