Gente del SAT, que preside Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena, y de la Subsecretaría de Ingresos, de José Antonio Meade, citó a representantes de refresqueros, cerveceras y productoras de alimentos procesados.

En reuniones por separado se les adelantará el esquema con el cual el gobierno de Felipe Calderón en general, y la SHCP de Agustín Carstens en lo particular, tasarán con más gravámenes a diversas industrias.

Será escasas horas antes de que el paquete económico se envíe a su impresión para tenerlo listo en las primeras horas del lunes y entregarlo al Congreso ese mismo 7 de septiembre por la tarde.

Por lo anterior, no habrá lugar para negociar nada. Los encargados de la política tributaria sólo informarán lo que en la víspera se acordó con Presidencia y diputados del PAN: que se tratará de un esquema de transición a tres años.

En efecto, la andanada de más y nuevos impuestos se planea implementar sólo para los años 2010, 2011 y 2012. A partir del último año de gobierno de Calderón se regresaría a las actuales tasas impositivas.

Al final, el paquete económico se va con una propuesta para elevar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) con cuatro puntos, de tal forma que pasaría del actual 28% a un 32%. Digamos que ese sería su componente principal.

En segundo orden de importancia destaca la eliminación del régimen de consolidación fiscal, un tema sensible para las grandes empresas que ya no podrán acceder al beneficio de la deducción al concentrar el pago en una filial.

Al final no lo pudieron evitar ni firmas como PricewaterhouseCoopers de Javier Soní, Chevez, Ruiz, Zamarripa de Fernando Ruiz, Deloitte de Ernesto González, Ernst & Young de Alberto Tiburcio y KPMG de Guillermo García.

El paquete económico se va con un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a refrescos de 5%, a agua embotellada también de 5% y a cervezas con otro tanto. La propuesta original era tasarlos con 10 por ciento.

Poco pudieron hacer Coca-Cola de Brian Smith, FEMSA de José Antonio Fernández Carvajal, Pepsi-Cola de Paula Santilli, Ajemex-Big Cola de Carlos Añaños, GEUSA de Juan Gallardo y Modelo de Carlos Fernández.

Fue el mismo caso de las productoras de agua purificada que en los últimos años han crecido sus ventas, como son Bonafont de Paolo Picchi, Nestlé de Juan Carlos Marroquín y Electropura de Martín Urdaneta.

Bebidas de alta graduación se van de 50% a 60% de IEPS, con el consecuente golpe para Bacardí de Rodolfo Vargas, Domecq de Francois Bouyra, Diageo de Alexandre Louro, Cuervo de Juan Beckman, entre otros.

A su vez los cigarros son los que volverán a ser más castigados, pues se mantiene la postura original de la SHCP, con el apoyo de Salud de José Ángel Córdova, para incrementar el IEPS de 160 a 190 por ciento.

El paquete también se va con 15% de IVA en alimentos procesados, que no pagaban impuestos por estar en un régimen de excepción. Aquí el golpe va a ser para diversas firmas del calibre de Alfa y Bimbo.

Además de los grupos de Dionisio Garza Medina y Lorenzo Servitje, apunte a Alsea de Alberto Torrado, Xignux de Eugenio Garza Herrera, Bafar de Eugenio Baeza, La Costeña de Vicente López o Lala de Eduardo Tricio.

También se mantiene el aumento de 20% a juegos y sorteos para pagar una tasa de 40 por ciento. Las impactadas son, entre otras, Caliente de Jorge Hank Rohn, CIE de Alejandro Soberón y Televisa de Emilio Azcárraga.

Televisa sería también el perdedor si es que pasa un IEPS de hasta 10% para la televisión restringida, dado que con Sky de Alex Pena, Cablevisión de Jean Paul Broc, Cablemás y TV Internacional, posee 80% de este mercado.

Asimismo, la telefonía celular no está exenta de otro 10%, lo que pegaría a Telcel de Daniel Hajj, Iusacell de Gustavo Guzmán, Movistar de Francisco Gil Díaz y Nextel de Peter Foyo, aunque hay dudas de que vaya en el paquete.

Lo que sí es muy viable que incorpore el paquete es el 15% de IVA en las interconexiones de llamadas por larga distancia, impuesto que no pagan Telmex de Carlos Slim, Alestra de Rolando Zubirán y Axtel de Tomás Milmo.

La oferta de la SHCP de aplicar ese esquema de transición de tres años, no va a ser suficiente para los sectores productivos, pues ahí están los casos de la tenencia y el propio IVA que se dijo serían temporales y se quedaron para siempre.

Con todo, Carstens y los suyos aseguran que subirán a rango de ley la temporalidad de los aumentos de impuestos para que estén vigentes sólo 2010, 2011 y 2012, y así dar certeza jurídica a los afectados.

Pero la última palabra la tendrán los diputados de oposición.