Al tercer trimestre de 2009, el saldo neto de esta deuda ascendió a 21.3 por ciento del PIB, mientras que al término de 2006 era de 14.9 por ciento.

Además, de acuerdo con la Ley de Ingresos aprobada por el Congreso, se fijó un límite de endeudamiento neto de 361 mil millones de pesos para el próximo año. De ejercerse, la deuda aumentará hasta 22.3 por ciento del PIB al siguiente año.

Para los especialistas, la generación de nuevos pasivos por la reforma del sistema de pensiones del ISSSTE, así como el canje de deuda externa por interna, son algunos factores que explican la evolución de los pasivos internos brutos del Gobierno federal en el último año.

Juan E. Pardinas, director de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad, señaló que el endeudamiento constante del Estado muestra su incapacidad para vivir de acuerdo con sus medios, manteniendo sus niveles de gasto con base en el cobro de impuestos.

Además, al considerar el sector público (Gobierno federal, organismos, empresas del Estado y banca de desarrollo), el reconocimiento como deuda pública de los pasivos de Pidiregas influyó también en el crecimiento de los últimos años.

Fausto Hernández Trillo, catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo que otros factores que han influido son el intercambio de deuda externa por interna y el aumento en la contratación de nueva deuda como parte del programa anticrisis.

La demanda creciente de recursos por parte del Gobierno, se puede convertir en los próximos meses en un factor de presión sobre el costo del crédito y en una limitante a la disponibilidad de recursos para empresas y familias.

Pardinas comentó que los recursos disponibles de ahorro tenderán a canalizarse en mayor grado al sector público, una situación que podría meter presión a las tasas de interés.

Según datos del Banco de México, mientras que a octubre el financiamiento al sector privado cayó 7 por ciento en términos reales, respecto al mismo mes del año pasado, el canalizado a estados y municipios creció 72 por ciento, y 73 por ciento para el sector público, en términos reales.