
Adicciones (II)
30/03/2011
Valmiki López Mena
Valmiki López Mena
Los especialistas han indicado que el inicio del consumo del alcohol conlleva al consumo futuro de drogas. Ya sea por imitación o porque no se les detecte el alcohol. Pero, ¿cómo detectamos que la adicción es problema?
Los síntomas de que ya es un problema, normalmente inicia con la obsesión de no poder dejar de beber hasta perder la conciencia, ya sea al quedarse dormido o en reflejar conductas agresivas que en estado normal no se hacen. También se manifiestan en actitudes de falta de honradez, manipulación y sobre todo de la negación en aceptar no poder controlar la cantidad de alcohol que se ingiere.
Lo anterior podría se lo tangible que puede detectarse. La mejor opción es la observación.
Por otro lado, de nuestra parte como pareja o padres estudiar la naturaleza de la enfermedad que según la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo ha reconocido como una enfermedad que tiene que ver con el efecto químico que hacen tanto las drogas como el alcohol en nuestro cerebro. Pero ése es otro tema, que hay que estudiar debidamente cuando tengamos alguna evidencia que puede haber una adicción en nuestra familia.
Los especialistas anotan que el problema de las adicciones no sólo es problema de salud físico que se manifiesta en algunas enfermedades como la deshidratación, las afectaciones a los órganos, etc. Sino también mental, que la parte del razonamiento en el pensar y hacer se distorsiona y entonces el comportamiento lo apreciamos totalmente erróneo. Y el espiritual, que es el más difícil no sólo de percibir, sino aceptar que el sentimiento de amor a la vida está quebrantado y sólo con el alcohol o las drogas sienten que son felices.
La parte de aceptar que es una enfermedad espiritual es la más difícil, en principio porque se involucra al entorno, principalmente a la familia.
No se ha podido determinar cuál es el origen de la enfermedad, de algunas que se atribuyen, van desde el la disfuncionalidad de la familia, traumas en la vida o herencia.
Normalmente nos damos cuenta cuando la enfermedad está progresando, y la persona está cada vez peor, aunque existan etapas aparentemente buenas. No aceptamos que existe drogadicción o alcoholismo, dado que justificamos la actuación ya sea por la juventud, la diversión o inclusive el vivir feliz. Y cuando queremos intervenir es demasiado tarde. Ya sea en acciones propias o de nuestro alrededor.
Cada día es mayor el consumo de sustancias adictivas que hacen momentos de “felicidad” a nuestros seres queridos. Y poca la información para poder enterarnos. Pero en lo que coinciden prácticamente todos los especialistas es que su principal origen es en la formación de la familia y que su recuperación tiene mucho que ver sentido de la vida, un camino donde la enfermedad siempre está ahí pero controlada, y compensada con un crecimiento espiritual que genera grandes cantidades de bienestar, felicidad y satisfacción. El camino a la recuperación es otro tema. Saludos y cuidado con las adicciones tenemos que enterarnos, por bien propio y de nuestra familia.
valmiki_v@hotmail.com
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Fuente: MPUEBLA.com
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO
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