
COORDENADAS/ Los olvidados impuestos locales
28/03/2011
Enrique Quintana
Enrique Quintana
En la reciente discusión sobre una reforma fiscal en México, hay un tema ausente: el de los impuestos locales.
Si resulta que la captación tributaria en México está por abajo de los promedios internacionales, la brecha es mucho mayor cuando se comparan los impuestos locales.
De acuerdo con las más recientes estadísticas de la OCDE, en los países con organización federal integrantes del organismo, el 27.0 por ciento de los impuestos totales corresponden a tributos locales o estatales.
¿Sabe usted cuál es la proporción en México? ¡Sólo el 3 por ciento!
Para no ir muy lejos, en Estados Unidos el 36 por ciento de la tributación total es local; en Canadá es el 48 y en Australia es el 18 por ciento.
Tenemos un sistema fiscal y de gasto diseñado para generar una alta dependencia de los estados a la Federación y al mismo tiempo crear muy pocos incentivos para que las entidades se hagan cargo de generar sus propios ingresos.
Sólo para que tenga usted una idea, en 2010, el monto de las participaciones, aportaciones y otros gastos que la Federación entregó a los estados ascendió a 1 billón 22 mil millones de pesos. Este monto representa el 33 por ciento del gasto total ejercido.
Si tuviéramos un sistema tributario equiparable, en el que ese gasto se financiara con impuestos locales, entonces se puede estimar que el peso de los impuestos locales tendría que ser 18 veces mayor al actual.
Nuestro sistema de coordinación fiscal corresponde a un régimen político diferente al que teníamos, en el que el poder del Presidente, expresado en el manejo de los recursos, buscaba imponerse a los estados, y los gobernadores, prácticamente todos del PRI, se veían como subordinados del Presidente.
Cambió el régimen político pero las haciendas públicas no lo hicieron.
Así que hoy tenemos un sistema fiscal en el que es el Gobierno central el que recauda y asigna los recursos.
Una de las demandas más generalizadas de los contribuyentes, de quienes sí pagamos impuestos, es que por simple equidad, los informales también contribuyan con sus impuestos.
Y en esta materia, la tarea no realizada es esencialmente de los gobiernos locales.
Otro de los rubros críticos en los impuestos locales es el predial o, como se denomina en otros países, el impuesto a la propiedad.
Aquí en México, en una gran cantidad de entidades federativas virtualmente no hay catastros o éstos son tan malos y obsoletos, que es como si no existieran.
Pero ¿para qué va a destinar recursos y, sobre todo, capital político un gobierno estatal o municipal, si tiene una entrada asegurada de recursos mediante las participaciones o demás fondos federales?
Si usted recuerda, en el Gobierno de Fox se pretendió entrarle a esta problemática y se convocó a la llamada Convención Nacional Hacendaria, en la cual se revisaría la estructura impositiva en México.
El tema -para variar- se atoró y no resultó prácticamente nada de esas discusiones.
Hoy, cuando la materia fiscal está de nuevo en la agenda, ni el PRI ni sus críticos quieren abordar el tema de los impuestos locales, por la resistencia de los hoy poderosos gobernadores.
A ver si alguna vez, algún político se decide a entrarle, pues de otra manera seguiremos con esquemas opacos de gasto e irresponsabilidad fiscal de los gobiernos locales, independientemente de lo que se haga a nivel federal.
Fuente: Reforma
Categoría: FISCAL
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