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COORDENADAS ¿En dónde estamos?
25/03/2011
Enrique Quintana
La economía mexicana está hoy mejor, en el corto plazo. En lo estructural, está igual de mal que antes.

Ayer le comentaba acerca de un conjunto de signos positivos que han aparecido en la economía mexicana y también en la situación mundial que nos hacen pensar que las perspectivas de este 2011 son mejores de lo que pensábamos hace apenas algunas semanas.

Varios lectores me refirieron que, sin embargo, seguimos en una situación económica muy cuestionable si vemos la perspectiva de los últimos 4 años o de la última década.

Y también refirieron que en materia de ingreso familiar seguimos muy mal como para que señalemos que hay un ambiente económico favorable.

Hay que ver la situación de la economía con dos horizontes. Uno de ellos es el de corto plazo, en el que insisto en afirmar que tenemos señales positivas que se han acumulado en las últimas semanas.

El otro horizonte es de mediano y largo plazos. En ese caso, desafortunadamente, no hemos tenido en los últimos, ya no digamos meses, ni siquiera años, ningún cambio concreto que nos permita pensar en un aumento del potencial de la economía mexicana para crecer.

Recordemos tan sólo unas cuantas cifras.

El crecimiento del PIB en términos reales fue de 1.6 por ciento anual en promedio entre 2000 y 2010.

El PIB per cápita, sobre la base de los datos del Censo, creció apenas en 0.2 por ciento, lo que significa de facto un estancamiento.

Pero no piense usted que se trata de un desempeño sólo de los gobiernos panistas.

Estas mismas cifras, para el periodo 1990-2010, son de 2.5 por ciento para el crecimiento promedio anual y de 0.9 por ciento para el per cápita, lo que no representa ninguna diferencia esencial respecto a los últimos 10 años.

En contra de los diagnósticos que señalan que el problema son los gobiernos neoliberales, en realidad, mucho de lo que sucedió tras 1990 derivó de vicios del crecimiento previo y de la falta de capacidad de los líderes políticos, de cualquier signo.

Sólo como ejemplo le refiero el desempeño del PIB en el Distrito Federal durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador, que es el crítico más persistente del neoliberalismo.

El PIB del DF creció a una tasa promedio anual de 0.8 por ciento entre 2000 y 2006, los años en los que AMLO (o Encinas) gobernó el Distrito Federal, mientras que el promedio nacional en ese mismo periodo fue de 2.3 por ciento.

Es un hecho que con el PRI o el PAN a nivel federal o bien con el PRD en gobiernos locales, la economía nacional o las economías regionales han crecido muy poco en los últimos 20 años.

El problema no es de signos, sino de la clase política como un todo.

Los políticos mexicanos hoy están moviéndose en todos los partidos políticos con la lógica de lograr la mayor ventaja posible para 2012.

Quizá perdimos la última oportunidad de hacer cambios de fondo en la crisis de 2008-09, cuando el Gobierno se orientó a buscar una mejoría inmediata y no aprovechó la profundidad de la crisis para movilizar las fuerzas necesarias para hacer reformas de fondo.

Mientras no haya otros criterios que gobiernen la toma de decisiones, nada esencial va a cambiar, aunque nuestra perspectiva de corto plazo sea mejor.

Fuente: Reforma    
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA    





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