En ese sentido, destacó que salvo la cafeína y las vitaminas, ninguna otra de las sustancias que contienen estos productos son revitalizadoras, por lo que no hay evidencia de que sean responsables de las propiedades que ventilan.

De acuerdo a un sondeo realizado a inicios de 2011 por la Profeco a nivel nacional, los principales compradores de bebidas energetizantes son estudiantes en período de exámenes, profesionistas con alto grado de estrés, deportistas y jóvenes que pretenden alargar la fiesta; asimismo, siete de cada 10 personas han consumido estos productos, mientras que la mitad de éstos los ingieren por lo menos una vez al día.

Asimismo, se destacó que cada vez es más común que las personas opten por cocteles que incluyen bebidas energéticas con la falsa creencia de que amortiguan los efectos del alcohol y disminuyen la resca, sin embargo lo cierto es que únicamente enmascaran los síntomas de la ebriedad, no así los niveles etílicos en el cuerpo, por lo que cualquier diferencia es únicamente una percepción subjetiva de los consumidores.

En base a los estudios, las bebidas energéticas se ofertan entre 14 y 45 pesos, contienen desde 75 hasta 322 miligramos de cafeína y entre 100 y 1,892 miligramos de taurina por envase.

Por esta razón, la Norma Oficial Mexicana -PROY-NOM-218-SSA1-2209- planteó que este tipo de productos incluyan entre otras la leyenda de "No consumir más de _ unidades al día" y "No mezclar junto con bebidas alcohólicas", a fin de que la población modere su consumo y no ponga en peligro su salud.