CIUDAD DE MÉXICO, 20 de marzo.- Oficialmente ningún antro en la capital puede cerrar a las 5:00 a.m., aunque ya hay 150 que cumple con la mayoría de los requisitos y no han escalado en horario debido a imprecisiones en la nueva ley y retrasos en documentación que expide la autoridad local.

Según un censo de la Asociación Nacional de la Industria de Bares, Discotecas y Centros de Espectáculos (ANIDICE), sólo 30% de estos giros capitalinos —de las grandes cadenas— está en posibilidad de bajar la cortina más tarde, pues cumplir la Ley de Establecimientos Mercantiles involucra una inversión de 300 a 500 mil pesos.

Excélsior se dio a la tarea de buscar uno de estos antros, considerados de los más seguros en la capital y que cuenta con casi todo para escalar el horario.

Encontró el Classico Polanco, en Juan Vázquez de Mella 481, entre Palmas y Periférico.

En la entrada hay más de cinco personas de seguridad, además de una patrulla que hace rondines y a veces se estaciona frente al establecimiento.

A un lado, el valet parking y el servicio de taxi seguro para trasladar a las personas muy alcoholizadas, además de llevarles su vehículo particular al domicilio que indiquen.

El primer filtro está en “la cadena”, nadie entra si no trae credencial del IFE o licencia de conducir. Al presentar la identificación ésta se somete al aparato de luz negra, que indica si está alterada o falsificada.

El segundo candado está ya en la plaza comercial que alberga el establecimiento. La nueva ley pide detectores de metales, por lo que cada cliente, sin excepción, es revisado con Garrett, aunque en la legislación se piden arcos.

No se pueden ingresar medicamentos (pastillas, jarabes ni gotas para los ojos), objetos punzocortantes, armas, bebidas alcohólicas, drogas, entre otros. La revisión de bolsos es exhaustiva.

El establecimiento cuenta con por lo menos diez cámaras de seguridad colocadas en los accesos principales, salidas de emergencia, pasillos y salón central.

“Teníamos un sistema de videograbación, pero eran cuatro cámaras y las autoridades nos dijeron en dónde las teníamos que ubicar y cuántas, por las dimensiones del lugar.

“Nos hicieron la observación de la luz negra. También contamos con una licencia ambiental. Ellos checan a dónde se están yendo las aguas residuales y la basura”, señaló Miguel García, encargado del Classico Polanco.

El lugar cuenta con una máquina trituradora de botellas y una persona con todo el equipo para operarla.

Si hay una emergencia o un cliente requiere atención médica, una paramédico del Grupo Halcones del DF está disponible en el lugar hasta que salga el último cliente.

Este antro, sin embargo, aún no cumple con tres requisitos que marca la ley: colocación de focos ahorradores, almacenamiento de aguas grises y certificado de seguridad expedido por la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF).

García menciona que esto se debe a que la nueva ley no es lo suficientemente clara en estos puntos, pero están dispuestos a cumplirlos con asesoría de las autoridades. “Estamos cumpliendo con todo lo que nos están solicitando; creo que esto es un beneficio para todos.

“Es un gasto que no se tenía contemplado, pero lo tenemos que hacer porque si no te quedas fuera de la jugada, preferimos invertir porque a la larga va a beneficiar al lugar. Estamos prácticamente listos, ya nos hicieron dos inspecciones y ya se dieron cuenta de que cumplimos con todo”, señaló el encargado.

Una ley a interpretación

Helking Aguilar, vicepresidente de la ANIDICE, comentó que los empresarios están detenidos por los “artículos o condicionantes” de la nueva ley que son “interpretativos”.

Mencionó que los certificados de seguridad que debe dar la SSP no son expedidos porque la misma dependencia desconoce cómo hacerlo, en qué formato, con qué requisitos y en qué ventanilla.