El gobierno federal decidió adoptar medidas severas en contra de la industria cervecera porque es uno de los sectores que más violan los reglamentos de publicidad al promover el consumo excesivo del alcohol y al dirigir sus productos a menores de edad.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) detectó que en el transcurso del 1 de septiembre del año 2007 al 1 de septiembre de 2008 se registraron 89 anuncios irregulares, principalmente de las empresas Cuauhtémoc y Modelo, los cuales tuvieron que ser suspendidos.

Para evitar en lo futuro este problema, la dependencia decidió aplicar de manera rigorista el reglamento de la publicidad y de la Ley General de Salud para que ningún anuncio de las cerveceras se difunda en radio, televisión, medios escritos o en espectaculares, si antes no es revisado por esta institución.

La Cofepris, adelanta el director de esta dependencia, Miguel Ángel Toscano, se convertirá en el filtro de la publicidad, por lo que ningún anuncio podrá difundirse de un día para otro, pues el proceso de revisión y de autorización durará hasta 10 días si es necesario.

Debido a las constantes violaciones a los lineamientos en materia de publicidad, en entrevista, Miguel Ángel Toscano advierte que quienes no acaten las disposiciones recibirán multas superiores a los 500 mil pesos.

Además de que también analizan la posibilidad de restringir la difusión de las cervezas en ciertos horarios en la radio y la televisión.

Toscano recuerda que en el sexenio anterior el gobierno federal había firmado un convenio de buena voluntad con la industria cervecera, para que se abstuviera de promover consumos inmoderados en la población, principalmente en niños y jóvenes a través de la publicidad en medios impresos y electrónicos.

Pero debido a que las cerveceras no respetaron el acuerdo desde hace dos meses se decidió romper y dejar sin efecto el Convenio de Concertación de Acciones para la Autorregulación en Materia publicitaria.

A la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y la Malta no le importó la autoridad, y fue más allá del convenio y del reglamento y por eso la autoridad sanitaria decidió cancelar ese convenio, afirma.

En ese acuerdo, de buena fe, se agilizaba, en un día, la difusión de la publicidad de dichas bebidas, pues sólo requerían de un sello de la Cofepris para que se pudieran promocionar los anuncios.

Pero la realidad, afirma Toscano, es que las cerveceras no sólo violaron el convenio sino los reglamentos que les prohíben promover consumos excesivos y usar a adolescentes para difundir sus productos, por lo que se optó por romperlo y por promover medidas más severas en contra de ellas.

En especial, porque cada que se suspendía su publicidad y se procedía a sancionarles ya se encontraban amparados, asegura.