1.- La generalización de un IVA a 13 por ciento, estableciendo una mecánica de recuperación de 3 puntos a través de facturas fiscales.

En este caso, creo que habrá respaldo de casi todos los sectores, con excepción del de alimentos industrializados, que ahora gozan de la tasa cero.

Al quedar exento sólo un grupo de alimentos naturales o de amplio consumo y escaso procesamiento (tortillas, pastas, latas de sardina, entre otros), la industria de alimentos seguramente va a brincar frente a la propuesta. Por cierto, las medicinas siguen con tasa cero. Todo esto puede hacer más viable la propuesta para los diputados priistas que se opusieron en un principio.

El hecho de que la reducción de la tasa esté condicionada a la realización de operaciones en el comercio formal puede ser un incentivo muy poderoso contra la informalidad, aunque debe decirse que será insuficiente para reducirla significativamente.

2.- Cambios en la tarifa del ISR para personas físicas.

En este caso también habrá amplios grupos a favor, pero los de ingresos más elevados estarán en contra. En las explicaciones anteriores se puso poco énfasis en que se propone un aumento en la tasa máxima del ISR a personas físicas, hasta de 35 por ciento, para sueldos superiores a 459 mil pesos mensuales.

De acuerdo con la tabla publicada, comparada con la vigente en este año, en realidad, en niveles más bajos de ingresos no habrá cambio, pero, por ejemplo, alguien que gane 400 mil pesos, hoy paga una tasa de 29.1 por ciento. Con la reforma propuesta pagaría 33.4 por ciento.

3.- Baja en el ISR de las empresas.

Se propone una baja gradual de la tasa, para dejarla en 25 por ciento en el 2015, salvo el caso de los dividendos distribuidos, que pagarán hasta el 35 por ciento.

Creo que en esta materia habrá también consenso.

4.- Desaparición del IETU.

El IETU fue diseñado como un impuesto de control, que vino a sustituir a otro impuesto de control, como el del activo. Para los contribuyentes sin duda que sería más cómodo tributar sólo con el ISR. El punto aquí es si la eliminación de IETU no debería ser compensada con algún otro mecanismo que impida la elusión que evaporaba utilidades de grandes empresas evidentemente rentables.

Es uno de los temas en los que seguramente habrá más discusión en esta propuesta.

5.- Más deducciones para Pemex.

La reforma también amplía los rubros de deducción para fines de pago de derechos de Pemex, y excluye los costos de inversiones para exploración, recuperación secundaria, así como para el mantenimiento.

El efecto de este cambio es darle más recursos a Pemex, los cuales perdería el Gobierno.

La Exposición de Motivos de la Propuesta señala que el efecto conjunto de todas las medidas es un aumento en la recaudación de un punto porcentual del PIB y quizás más si se consideran los efectos indirectos.

Sería interesante que presentaran los detalles de esas proyecciones para entender mejor su alcance.

Con todo y los temas controversiales, creo que la propuesta que finalmente se hizo pública ayer es una buena base para discutir el futuro fiscal del País.

Ojalá no vaya a ser una bola de humo.

enrique.quintana@reforma.com