El director de Asuntos Corporativos y Regulatorios de British American Tobacco (BAT) México exhortó a la Procuraduría General de la República (PGR), las secretarías de Salud a través de la Cofepris, de Economía a través de la Profeco, y a la Secretaría Hacienda a través de la Administración General de Aduanas a “abrir un frente común para frenar y castigar la introducción y comercialización de productos ilícitos”.

Aseguró que en octubre pasado advirtió a legisladores de que un “aumento tan violento de gravámenes a los cigarros generaría un mercado ilícito incontrolable” como ha ocurrido a principios de 2011.

La decisión de aprobar una alza de 35 centavos por cada cigarrillo, es decir, siete pesos para las cajetillas de 20 cigarros, lo que equivale a 70% del precio de venta, ha detonado un mercado ilegal que pone en jaque al sector, expuso.

En conferencia de prensa, el directivo detalló que el mercado ilegal de cigarros en México era pequeño, manejable, se estimaba entre 2% y 3%, según datos de British American Tobacco para finales de 2010 había alrededor de 20 marcas que no cumplían con las disposiciones legales. Hoy son más de 90 firmas que se venden de manera irregular.

Humberto Suárez asegura que el contrabando puede llegar de cualquier parte del mundo, no solamente de los Estados Unidos y Canadá.

Paraguay, por ejemplo, tiene capacidad instalada para producir 44 mil millones de unidades de cigarros y su mercado interno apenas consume 3 mil millones, y no existe registro del destino de los 41 mil millones restantes. Otras de las naciones que introducen cigarros son India y China.

El director de Asuntos Corporativos de la tabacalera dijo que no puede haber competencia con precios desde ocho pesos por cajetilla hasta los 18 pesos, mientras que el sector regular vende la cajetilla más accesible en 25 pesos.