Se trata del intento de diez gobernadores por frenar el ingreso del licor de contrabando al país. De acuerdo con la firma Sistemas y Computadores, que desarrolló este modelo de rastreo, de 46 millones de botellas que se comercializan al año en Colombia, 25 millones son ilegales y de estas el 20 por ciento (5 millones) serían adulteradas.

A través de un celular o de cualquier computador portátil con Internet, marcando la dirección www.syctrace.com.co, los consumidores pueden introducir los diez dígitos para rastrear el origen de su bebida.

Si descubren en casa que son bebidas ilegales pueden reportar el hecho a las secretarías de Hacienda de sus departamentos o en las estaciones de Policía de los municipios, y exigir, también, el cambio de la bebida o la devolución de su dinero.

Estos códigos especiales se encuentran desde ya en las tapas de las botellas que se comercializan en Valle del Cauca, Antioquia, Santander, Norte de Santander, Magdalena, Quindío, Huila, Sucre, Nariño y Caquetá.

Un estudio de la Universidad Javeriana y la Asociación Colombiana de Industrias Licoreras (Acil) sobre el impacto de la adulteración de licores entre el 2001 y el 2008, encontró que hay "una pérdida total de recaudos nacionales de 279.069 millones de pesos en promedio por año" y por eso se dejan de afiliar 990.181 personas al régimen subsidiado de salud.

Actualmente hay otras iniciativas en las regiones como la de considerar que las distribuidoras no comercialicen licor importado y el planteamiento de la Federación Colombiana de Departamentos que anunció que el primero de marzo comenzarán a implementar condiciones más estrictas y severas al ingreso de licores extranjero.

"Todas las medidas serán aplicadas por cada departamento, según su régimen jurídico, al momento de adjudicar contratos con distribuidores o importadores. No vamos a cerrar las fronteras (como se anunció inicialmente) pero si vamos a ser más estrictos", recalcó Andrés González, presidente de la Federación de Departamentos y gobernador de Cundinamarca.

Para él, este tipo de rastreos como el que realiza la empresa santandereana debería extenderse a todo el país y de la mano con la Dian. "Debería extenderse a los cigarrillos y electrodomésticos", precisó el funcionario.

Así se consulta en la 'web'

Por ahora, según Alejandro Navas, directivo de Sistemas y Computadores S.A, ya hay en el mercado 50 millones de botellas marcadas con este código, que es irrepetible. "Elaboramos las estampillas con tinta reactiva para evitar el fraude. Con la mínima manipulación, el código se destruye totalmente", explica.

Cada vez que un consumidor digita el código y verifica que es legal, la página web le proporciona las características generales de la bebida y el lugar donde se adquirió el producto. Pero si es ilegal, el sitio virtual lo reportará como tal.

"Por primera vez tenemos un método eficaz para contrarrestar la venta y compra de licor ilegal y adulterado", dice Ana M. Alfonso, secretaria de Hacienda de Santander.

Agrega que una norma nacional autoriza a las gobernaciones a sancionar con multas y cierres temporales y definitivos a los sitios donde se descubran irregularidades.

La firma bumanguesa analiza la posibilidad de crear lectores digitales para que la Policía y funcionarios de las Secretarías de Hacienda tengan uno conectado a una base de datos, en tiempo real.

El licor adulterado puede ser mortal

5 millones de botellas de trago resultan adulteradas

El gran problema del licor adulterado es que puede estar contaminado con metanol, sustancia que el cuerpo convierte en ácido fórmico y formol.

Los síntomas de una intoxicación con este tipo de bebidas son similares a los de una borrachera: fatiga, dolor de cabeza, mareo, vómito y visión borrosa. Pero la persona también puede ponerse morada, tener cegueras temporales y dolor en el abdomen. El metanol ocasiona hinchazón en las celulas y daño en los pulmones, que podrían dejar de funcionar, así como afectaciones al corazón, el hígado y el cerebro.