Es por ello que el gobierno mexicano está analizando el incrementar el precio de estos bienes, a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), con la intención de poder ayudar en este momento a las arcas públicas.

En ese sentido, recaudar el IEPS es sencillo en términos fiscales dado que no pueden acreditarse o reducirse y son cargados al consumidor final.

Además, estos productos son inelásticos, donde su demanda no se afecta y los consumidores ajustan su gasto.

Mientras, los partidos políticos están a favor y en contra en el cobro de este impuesto, donde alguno de ellos optan por recaudar un 30% por concepto de IEPS, mientras que otros rechazan el gravar con mayor carga fiscal a los alimentos.

Cabe destacar que el IEPS está vigente desde 1980 y es utilizado en actividades específicas que generan un costo social o un efecto externo negativo.

Fuente: El Semanario