De manera inusual, el FMI hizo un trabajo de auditoría interna. El actual director gerente del Fondo, el socialista francés Dominique Strauss-Kahn, pidió a su Oficina de Evaluación Independiente que analizará el papel del FMI en la reciente crisis financiera.

Y las conclusiones son verdaderamente demoledoras.

Encabezaron el proyecto Ruben Lamdany, economista de la Universidad de Columbia, que provenía del Instituto del Banco Mundial; así como Nancy Wagner, economista que trabajó en el FMI.

Resulta interesante que, además, se formó un grupo asesor de este staff de auditores del Fondo, del cual formó parte Guillermo Ortiz.

Otro ingrediente muy interesante que debo comentarle es que la evaluación se refiere principalmente al periodo 2004-2007, que fue el lapso en el que se gestó la crisis.

Durante parte de ese periodo, otro protagonista de la vida pública mexicana, Agustín Carstens, formaba parte del equipo directivo del Fondo. El 1 de agosto de 2003 fue designado formalmente como subdirector gerente del FMI, cargo al que renunció el 16 de octubre de 2006, para sumarse al equipo de Felipe Calderón.

El amplio reporte, de 57 páginas, tiene cuidado de no personalizar, pero sin duda una parte importante de la responsabilidad de la ineficacia del Fondo corresponde a quienes estuvieron al frente del organismo en ese lapso.

Le van sólo algunas perlitas de lo que encontraron los auditores.

Dice el reporte: "En fecha tan tardía como julio del 2007, el personal técnico consideraba que se mantendría una vigorosa expansión mundial y se revisaron al alza las perspectivas de crecimiento".

¿En qué mundo vivía el FMI? Nos preguntamos ahora. Y la respuesta está en el reporte de los auditores.

Allí le va la lista que el propio Fondo reconoce.

1- Hubo serias deficiencias analíticas.

El personal técnico del FMI supeditó sus opiniones a las de los gobiernos de naciones como EU e Inglaterra. Hubo una "captura intelectual" del organismo. Además, se plantea que utilizaron modelos analíticos inadecuados.

2- EL FMI operó en estancos, y no como un cuerpo integrado.

3- Los incentivos internos del FMI están (o al menos estaban) orientados a generar consensos con las opiniones predominantes. "Muchos economistas de departamentos regionales sentían que había fuertes desincentivos para 'decirles la verdad a los poderosos'".

4- En países como EU hubo presión para "atemperar los mensajes críticos".

5- La autocensura era una norma. "Muchos técnicos consideraban que había límites en cuanto al grado de crítica que podían plantear y que no se les podía decir la verdad (a los países poderosos) 'porque los gobiernos de estos países son nuestros dueños'".

En suma, el FMI funcionó como una burocracia que buscó no perder sus privilegios y olvidarse de su función como responsable de las finanzas internacionales.

¿Catarrito? Sí, eso era lo que tenía todo el mundo, pues si se hablaba de algo más grave, se iba a perder el prestigio o las prestaciones.

Lo malo es que la realidad puso en vergüenza a quienes eran responsables de las finanzas mundiales. No era catarrito, era pulmonía, y el paciente "se nos fue".

Por cierto, ¿alguna vez las autoridades mexicanas aceptarían hacerse una auditoría como la del FMI?

El "cuadro de honor" del FMI

(Funcionarios durante la etapa de la auditoría)

Director Gerente Rodrigo Rato Ex funcionario del gobierno de PP en España. Actualmente, presidente de Caja Madrid.

Subdirector Gerente Anne Kruege Académica y funcionaria del FMI.

Subdirector Gerente Agustín Carstens Funcionario de Banxico, SHCP y FMI. Actualmente Gobernador del Banxico

Subdirector Gerente Takatoshi Kato Ex funcionario de Japón y de organismos multilaterales.

Fuente: FMI y otras fuentes.

enrique.quintana@reforma.com