Se trata de la "gomichela", un litro de cerveza que por 50 pesos es preparado con golosinas azucaradas para que los jóvenes de secundaria o preparatoria que van a las trajineras tengan un acercamiento más dulce con la ingesta de alcohol.

También preparan litros de cerveza de sabor, que van desde mango y tamarindo hasta mora azul y chicle, para quienes no les agrada el sabor amargo de la cebada.

"Vienen chavos que no les gusta el tequila o el vodka, entonces les preparamos una cerveza sabor fresa o con gomitas para que le vayan agarrando gusto al sabor", admitió "Pancho", quien atiende uno de los 52 locales del embarcadero, donde no se pide credencial de elector para vender las bebidas.

La preparación de las cervezas con sabor, señaló, depende de lo que invierta cada local: algunos usan saborizantes en polvo; otros, jarabes o concentrados de frutas para disimular el sabor del alcohol.

"Las 'gomichelas' ya son más comunes. Se usan gomitas de piña o fresa, gusanitos y les ponemos chile piquín para que sepan mejor", reveló.

Estas bebidas son las más rentables para los locales, pues casi el 50 por ciento de sus ingresos provienen de la venta de cervezas en viernes y sábado y el resto en comida, a la que recurren los menores para mitigar el efecto de la borrachera.

Rosalva y Carmen, locatarias, señalaron que este tipo de cervezas se popularizaron desde hace un año, especialmente entre los bebedores más jóvenes.

"Sabe como agua de frutas, entonces te puedes tomar tres o cuatro litros y ni parece 'chela', pero cuando te bajas de la trajinera ya estás bien borracho", comentó Luis, quien cursa el cuarto año de preparatoria en el Tec de Monterrey y acude dos veces al mes a beber a "las trajas".

De acuerdo con gondoleros de Cuemanco, la mayoría de los consumidores son jóvenes de secundarias o preparatorias privadas de la zona sur, quienes incluso han padecido congestiones alcohólicas.

"Le servimos a quien aguante o les ayudamos con unos sopes picosos, un café cargado, pero si se ponen hasta atrás ya es responsabilidad de cada quien, ¿no?", comentó "Pancho".

Durante un operativo en julio del año pasado, la Secretaría de Seguridad Pública del DF y la Delegación Xochimilco detectaron a 65 menores alcoholizados, en su mayoría con este tipo de bebidas.

Arman cantina en embarcadero

Beber cerveza hasta casi perder el conocimiento en el embarcadero de Cuemanco es la diversión de cada semana para Antonio y sus amigos.

Cada viernes esperan el fin de la última clase en el Campus Coyoacán de la Universidad del Valle de México para arrancar sus autos hacia dicha zona turística, que los viernes se convierte en un bar abierto a todas las edades.

Ahí, los tres estudiantes de bachillerato, de entre 16 y 17 años, retan durante horas a su cuerpo ingiriendo sólo bebidas alcohólicas con golosinas o de sabor, pues les disgusta el sabor de la cerveza sola.

"Gana el que no vomite o que no se caiga; el chiste es tirar a los otros dos con 'gomichelas' de todos sabores: durazno, mango, coco, todo.

"Ya muy borracho sí me la tomo sola y de fondo, pero no me gusta lo amargo. Lo mío es con saborcito porque te las tomas como agua y te pegan durísimo", comentó Antonio.

Como él, hay viernes en que se concentran hasta mil jóvenes en el estacionamiento de Cuemanco, muchos de ellos menores de edad, con la única intención de beber hasta que el cuerpo aguante.

"En septiembre del año pasado por Facebook se organizó una fiesta masiva, 'Las trajas (trajineras) del Bicentenario', y éramos como mil, mil 500, hasta veías chavitos como de 12 años con sus chelas sabor fresa", comentó el estudiante.

Este fenómeno, señaló José Antonio de la Torre, coordinador de Comunicación Social de la Delegación Xochimilco, ha puesto en alerta a las autoridades, quienes han prohibido a los locatarios la venta de bebidas preparadas.

"Los locatarios ya saben que tienen prohibido vender cervezas de sabor. Hemos hablado con ellos y les dijimos que eso no, sólo bebidas alcohólicas con alimentos, moderadamente y a mayores de 18 años.

"Lo alarmante es que vienen chavos que ni siquiera lo usan como polo turístico, vienen sólo a beber, a ahogarse en alcohol con estas bebidas", comentó De la Torre, quien señaló que no tienen identificados cuántos de los 52 comercios tienen sus permisos en orden.

Durante un recorrido, se constató que algunos locatarios venden estas bebidas desde las 10:00 horas y sin licencias de funcionamiento a la vista.

De la Torre afirmó que durante el último gran operativo realizado en la zona, en julio del año pasado, se clausuraron tres locales por incumplir con esta norma.

A pesar de los exhortos de la demarcación, la venta de "gomichelas" y cervezas de sabor continúa, a la par de las borracheras de jóvenes.

"Venimos cada viernes y nunca nos han pedido identificación, lo más que te dicen es que si ya estás muy borracho que no vomites en el local, pero te siguen sirviendo.

"Ojalá no quiten esto porque entonces ¿qué vamos a hacer los viernes?", preguntó Antonio, quien a las 12:00 horas del viernes 4 de febrero ya llevaba tres litros de cerveza, dos de ellos de durazno.