económica, pero muy pocas fueron las que se sumaron a una estrategia sectorial.

El Consejo Regulador del Tequila (CRT) convocó a sus más de 70 empresas afiliadas a tomar una solución en común para evitar que la crisis impactara

en el sector tequilero.

Después de analizar la situación, la primera conclusión fue que era necesaria una reducción de gastos en la cadena productiva, los excesivos

desperdicios y en ocasiones el uso inadecuado de la energía ocupaban los primeros lugares de la lista.

"En coordinación con universidades locales (en Guadalajara) armamos un diplomado de un año para mandar a capacitar a 80 técnicos tequileros de

distintas empresas para homologar criterios de producción, que aprendieran cómo hacer más eficiente el uso de la energía y tuvieran control de gastos

más estrictos", relató Ramón González, director del CRT.

Estos técnicos son las personas que trabajan en las plantas donde se produce el tequila y deben estar al tanto del proceso, por ello era importante que se capacitaran.

Según la Unión Social de Empresarios Mexicanos, la capacitación aumenta la productividad y reduce los costos, y esta teoría es la que intentó poner en práctica el CRT.

Estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), apuntan que cuando el personal está en un aprendizaje constante la productividad puede aumentar entre 5 a 10%.

Los técnicos tequileros apenas concluyeron el primer trimestre de estudios y ya está a la vista el primer resultado: anteriormente la industria necesitaba entre cuatro y seis kilos de agave para producir un litro de tequila, ahora, con una molienda más eficiente, hay empresas que ya lograron reducir hasta

50% la cantidad de agave que consumen.

"Esto, para el próximo año, se va a traducir en mejores precios al consumidor, en hacer el tequila más accesible, porque gracias a esto, se van a poder mantener los precios", dijo González.