
Entre chelódromos te veas
23/01/2011
Karina Yesenia Manzo Álvarez
Karina Yesenia Manzo Álvarez
“Una no es ninguna, y dos apenas una, y como una no es ninguna, volveremos a empezar.”
El tema del día, los “chelódromos” o espacios de convivencia, es un tema de todos, debe incumbir a padres, autoridades, jóvenes y adolescentes, entidades educativas, a la sociedad civil en general. Ayer, platicando con amigos, era casi obligatorio tocar el tema de las brechas y sus actuales sucesos (lamentables por cierto), dentro de la plática nos reímos bastante al citar al Sr. Gobernador por su rueda de prensa donde decía que la situación de las violaciones estaba controlada, que ya tenían toda la situación estudiada, y que era la mejor respuesta que podían dar para lograr la tranquilidad de los padres preocupados por el bienestar de los jóvenes que van a las brechas a diversas actividades, en su mayoría a embriagarse hasta altas horas de la noche.
El grado de inseguridad por la que atraviesa el estado no es algo nuevo, se mermado desde hace poco más de un año, el colmo de los colmos son las violaciones en brechas de la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez, pero la capacidad de respuesta de Gobierno del Estado es peor aún, pues primero quiso dejar en el anonimato los primeros casos, y cuando se le salió de las manos, no le restó decir que son temas que ya se están revisando, que nadie se preocupe por que todo está bajo control.
La ciudadanía no se iba a quedar de brazos cruzados, es un hecho que los padres de familia eran los más preocupados, ya que sus hijas e hijos estaba en un situación de peligro, pero cuántos padres antes de conocer estos sucesos daba abiertamente su autorización a sus hijos para primero, fugarse de clases, gastarse su semana en alcohol, pasar horas perdiendo el tiempo en lugar de estar en la escuela; qué padre de familia dejaba ir a sus hijos a las brechas y antes de irse les daba sus cien pesitos para que se hiciera la cooperacha y todos se pusieran bien briagos y cumplir con el cometido del fin de semana. Yo creo que ninguno, porque para empezar, a ningún padre de familia le gusta ver a sus retoños en estado etílico.
Entonces, cómo se le ocurre al Sr. Gobernador que la solución para evitar las violaciones era cambiar las brechas por “espacios de convivencia segura” traducidos en lotes con luz y seguridad, según él, para que los jóvenes tuvieran dónde convivir. La respuesta de amplios sectores de la población fue encontrada por su parte supuestas agrupaciones de jóvenes veían con beneplácito la medida tomada por el Gobierno del Estado, alegando que con una campaña de concientización a los jóvenes para que no tomen mucho se controlaría el problema (entonces vino a mí como un flashazo muy rápido, la imagen de la Secretaría de la Juventud dando unos trípticos, diciendo los estragos del consumo excesivo del alcohol, y después de unos metros, ese tríptico se convertía en una bolita de papel depositada en la calle sin el menor de los remordimientos), por parte de los padres de familia, éstos no vieron con el mismo gusto tal medida.
Con los días se han dado una serie de declaraciones para ir puliendo la media a raíz de los comentarios en contra por los espacios de convivencia segura, pues lejos de resolver un problema se causan más, porque dando permiso por parte de la autoridad se pasa de una libertad aún libertinaje, donde el límite es lo único que no tiene cabida en estos espacios, aunque el gobernador dice que debe haber conductor resignado para vida de poder utilizarlos, entonces, por qué la molestia de las medidas tomadas por la alcaldesa de Villa de Álvarez, en el entendido que si se supone que el gobernador dice que el “chelódromo” es para que no se expongan los jóvenes a peligros, y que para que puedan estar tranquilos los padres, había que acreditar al conductor designado.
No es obvio que reforzar la medida es poner un retén para verificar si realmente los jóvenes tienen un conductor que procure por su seguridad, porque hay que recordar que de ser así, habría más accidentes como el del inicio del año, que fue uno muy lamentable, y si recuerdan, fue por jóvenes bajo el influjo del alcohol. ¿Verdad que la medida no es tal fácil de digerir? , claro que no , es una cosa que debe pensarse, las cosas al vapor no sirven, los jóvenes por costumbre toman para encajar en un grupo social, es un problema generacional, donde tomar es estar en la onda, pero la verdadera onda en cuidar la vida y disfrutarlas cosas sobrios.
Yo soy joven, a mí no me parece la medida de los “chelódromos”, y cada día somos más en contra de ellos.
Fuente: Ecos de la Costa
Categoría: REGULACION Y NORMATIVIDAD
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