Con ello, el peso del ahorro financiero en el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó 9.4 puntos porcentuales entre junio de 2008 y el mismo mes de 2009, al ubicarse en 57.8 por ciento.

En tanto, la captación bancaria registró en el sexto mes de 2009 un crecimiento anual real de 7.5 por ciento, mientras que los recursos en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) aumentaron 25.1 por ciento y el capital en las aseguradoras y fondos de pensiones se elevó 5.8 por ciento.

En tanto, los recursos administrados por las Sociedades de Inversión disminuyeron 8.8 por ciento anual real.

"Esto último debido a que los inversionistas de dichos instrumentos estuvieron más expuestos a la volatilidad que prevaleció en los mercados financieros en el último año", se reconoce en el documento.

Ahí se precisa que la captación bancaria como proporción del PIB representó 20.6 por ciento al cierre del segundo trimestre de 2009, lo que equivale a un incremento de 3.4 puntos porcentuales comparado con el mismo periodo de 2008.

Enrique Díaz Infante, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) destacó que el crecimiento del ahorro ofrece la oportunidad de aprovecharlo en proyectos que puedan generar empleo, ya que es la mejor política de desarrollo.

"Mientras los recursos se destinen a infraestructura habrá impacto social. Los beneficios del ahorro dependen de cómo se distribuyan esos recursos, de si se van a invertir en bienes de capital o se van a utilizar para financiar el consumo", explicó Díaz Infante.

"Si las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro (Afores) establecen que pueden invertir en empresas y en sociedades que tengan una inversión fuerte en capital, eso puede repercutir en la generación de empleo", ejemplificó Díaz.