
COORDENADAS
Las fisuras de la economía.
18/01/2011
Enrique Quintana
Enrique Quintana
Si la economía mundial fuera una construcción, se le podrían detectar múltiples fisuras.
El profesor Raghuram G. Rajan, de la Universidad de Princeton, publicó el año pasado un texto que se ha convertido en referencia frecuente en el análisis de la economía mundial.
"Fault Lines" identifica una colección de fisuras que bien podrían convertirse en grietas en el futuro próximo y ser los puntos de los que surgiera la próxima crisis.
El trabajo del profesor Rajan va más allá de los análisis usuales, que ponen al déficit de EU como el gran problema de nuestro tiempo.
Por ejemplo, una de las fisuras que subraya es la creciente disparidad en los ingresos, no sólo en los países en desarrollo, sino, sobre todo, en Estados Unidos.
En 1976, cuando iniciaba la era Carter, el uno por ciento de la población con ingresos más elevados concentraba el 8.9 por ciento del ingreso total.
Para el 2007, ese mismo uno por ciento concentraba el 23.5 por ciento.
La polarización de los ingresos reproduce también la limitación de las oportunidades de crecimiento personal y profesional en la economía de EU y manda el mensaje de que la clase media es cada vez más pequeña y débil, lo que va en contra de la naturaleza misma de la economía de EU, que se apoya en ese sector.
Otra de las fisuras fundamentales que no se ha logrado corregir del todo es la intervención errática del Estado en las políticas relativas a la vivienda.
Desde los 90 y luego durante la era de Bush, que la gente poseyera una vivienda era uno de los objetivos centrales de la política y a este propósito se alinearon los diferentes incentivos, sin darse cuenta de que gestaba una gran burbuja que acabó reventando y llevándose con ella a toda la economía.
La irracionalidad de del otorgamiento de crédito a la vivienda estuvo en la raíz de la gran crisis, y salir del atolladero en este sector sigue siendo uno de los obstáculos a vencer para remontarla.
El exceso del consumo, a través de deudas en Estados Unidos, en contraste con la austeridad de Oriente, es uno de los puntos críticos, pues tienen que ver con un frágil equilibrio.
El gigantesco ahorro de los chinos compensó en el pasado el creciente consumo de EU. Sin embargo, en la medida que China se urbanice más y la población cambie de hábitos, tendremos un consumo creciente y un ahorro más reducido... pero no se ve que en EU quieran apretarse el cinturón para limitar el consumo.
El mérito del trabajo de Rajan es que le pone el acento a temas que quizá no son los más calientes en estos momentos, como el de la burbuja de la vivienda no lo era por allá en el 2003 o 2004.
Al hacer una revisión rápida de algunas de las fisuras que identifica, queda de manifiesto que estamos lejos de haber reorganizado la economía global para evitar una catástrofe como la de 2008.
Si se quieren alejar los riesgos, se requieren cambios que aún no se dan y que probablemente no ocurran, pero que plantea Rajan, como la reorganización de las instituciones financieras internacionales o, por ejemplo, eliminar en alguna medida el seguro de depósito de los grandes bancos para evitar que haya instituciones de tamaño tal que hagan virtualmente imposible dejarlas quebrar.
No perdamos de vista estos asuntos de fondo ahora que la estabilidad financiera mundial parece no estar amenazada... por lo pronto.
enrique.quintana@reforma.com
Fuente: Reforma
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
