De acuerdo con especialistas y representantes del sector privado, sería factible cubrir el faltante de 300 mil millones de pesos para 2010 mediante la reducción del aparato burocrático, de gastos excesivos y de subsidios.

En específico, desaparecer nueve organismos públicos poco funcionales; reducir en 50 por ciento el presupuesto de Reforma Agraria, Turismo y Función Pública al fusionarlas con otras dependencias; eliminar prestaciones adicionales a la Ley de Servidores Públicos y suprimir los subsidios a la electricidad representaría un ahorro de 220 mil millones de pesos.

Con ello, se cubriría el 73 por ciento del boquete fiscal de 300 mil millones estimado para 2010.

Este año, el Gobierno gastará 130 mil 992 millones de pesos en subsidios a tarifas eléctricas, y una parte importante de esos recursos deriva de ineficiencias operativas, especialmente de Luz y Fuerza del Centro.

Con la desaparición de los nueve organismos que duplican funciones, se ahorrarían 9 mil 893 millones de pesos. Se trata, entre otros, de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, la Comisión de Protección al Salario, el Instituto Nacional para el Desarrollo de Capacidades del Sector Rural y la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas.

Reducir en 50 por ciento el gasto a dichas secretarías representaría un ahorro de 5 mil 687 millones de pesos, mientras que una baja de 30 por ciento en el gasto del Legislativo y de los partidos políticos significaría otros 3 mil 911 millones, según datos oficiales.

Si, además, se redujera en 50 por ciento la evasión fiscal, se obtendrían más de 200 mil millones de pesos adicionales, según cálculos del ITAM, lo que, junto con el menor gasto, daría recursos sobrados para cubrir el boquete fiscal.

Sergio Raimond, del Instituto Panamericano de Alta Dirección, opinó que, junto con la reducción de salarios y prestaciones de la alta burocracia, la cancelación de secretarías debería ser el principio de una reestructuración de las finanzas públicas.