Con 20 pesos en el bolsillo un joven fácilmente termina alcoholizado, apuntó.

Los propietarios de esos antros señalados incurren en una grave irresponsabilidad que debe ser sancionada, consideró Muñoz Reyes, quien se reservó dar a conocer el nombre de dichos establecimientos.

Para buscar contrarrestar lo anterior, el jefe de esa corporación aseguró que la DGTM está haciendo la parte que le corresponde al ingresar a varios locales donde sus encargados lo permiten, para concientizar a los jóvenes sobre el consumo desmedido del alcohol, además de realizar pruebas con el alcoholímetro y promover entre los clientes y parroquianos la figura del conductor designado.

Por otro lado, informó que en los puntos de inspección médica que la dirección ha implementado para detectar y sacar de circulación a los conductores ebrios, en ocasiones varios de los infraccionados se quejan porque argumentan no andar tomados y hasta se jactan de que no tienen aliento alcohólico.

Muñoz Reyes aclaró que si bien es cierto que en estos casos los quejosos no presentan aliento alcohólico, su manejo errático y peligroso y su falta de pericia y control sobre sí mismos se debe a que son conductores que consumen drogas que no se pueden detectar con el alcoholímetro pero sí con las pruebas físicas que se les practican, como es tocarse la nariz con el dedo índice y caminar sobre una línea sobre el piso, explicó.