Aunque de las 200 variedades clasificadas en México no todas sirven para hacer mezcal, algunas han tenido usos para alimentos y mieles, obtener fibras como la pita y el henequén o para construir viviendas. El agave pertenece a la familia Agaveaceae, conformada por más de 120 especies. En Puebla la variedad Papalome se utiliza para la producción de mezcal.

En febrero de 2005 se publicó la primera edición del mapa; en agosto de 2006, la segunda edición y este año una impresión del mapa se distribuye con la revista Artes de México, dedicada al mezcal.

El mapa integra información y conocimientos generales y se pretende sensibilizar a la población sobre la importancia de la diversidad de los mezcales, su aprovechamiento sustentable y el consumo respecto a su identidad, origen y sustentabilidad. Cuenta con un glosario, referencias básicas y clasificación por nombre científico. Reúne información biológica, geográfica y cultural sobre 14 magueyes mezcaleros.

La palabra mezcal proviene del náhuatl Metl, maguey; ixca, hornear y mexcalli; es decir, maguey horneado. El nombre "Agave", proviene del griego y quiere decir “admirable” o “noble” y fue acuñado por el naturalista sueco Carl Von Linneo en su obra Species Plantarum en 1753.

Desde la época prehispánica (por los menos hace 10 mil años) se horneaba el corazón del maguey para obtener mieles y alimento. Lo que aún no se ha podido probar es si se destilaba en ollas de barro, para obtener la bebida espirituosa. Lo que es seguro es que con la llegada de los españoles comenzó la elaboración de mezcal destilado, pues existen registros del pago de impuestos por la siembra de mezcales y la elaboración de la bebida alcohólica.

La principal fuente de información del mapa, que contiene además los pasos a seguir para destilar mezcal, son datos de mil 676 ejemplares de herbarios registrados en el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (SNIB), provenientes del proyecto Conabio V029 Sistemática y distribución de los agaves mezcaleros a cargo del doctor Abisaí García Mendoza, del Jardín Botánico de la UNAM.

Con el mapa se pretende producir, transformar y envasar localmente mezcales elaborados 100% de agave y diferenciarlos por su origen geográfico e identidad de la especie, permita que el valor agregado permanezca en las regiones productoras, que se valore la calidad del maguey y se reconozca el trabajo de los pequeños productores que generan empleo en sus regiones.

La Logia de los Mezcólatras ha afirmado que la reciente denominación de origen, obtenida por el mezcal en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), protegió a los productores de mezcal de siete estados: Oaxaca, Guerrero, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, Guanajuato y Tamaulipas, dejando fuera a 14 donde también se producen mezcal en forma artesanal e industrial, como Puebla, Jalisco, Michoacán, estado de México, Morelos, Baja California y Chihuahua.

La medida, afirma la logia, sólo complica la preservación del mezcal como un patrimonio cultural mexicano, por lo que se buscará la declaratoria de Patrimonio Cultural Intangible, buscando conservar una identidad cultural y geográfica que se elabora en 21 estados de la República.