Hasta octubre de 2010 sumaban 6 mil 298 accidentes, lo que da un promedio diario similar al del año pasado.

De acuerdo al director operativo de Tránsito Municipal, Juan Alfredo González, uno de cada cuatro de los muertos en accidentes viales son jóvenes entre los 15 y 29 años de edad en donde la mayoría de las veces está implicado el consumo desmedido del alcohol por el conductor.

“Son varios factores los que influyen en accidentes de de vehículos de motor, es la ingesta del alcohol, conducir en algún estado de ebriedad, llámese el aliento alcohólico o estado de ebriedad completa o incompleta.

“El otro factor en este rango de edad es el exceso de velocidad, es una combinación totalmente fatal, porque generalmente se detectan en vialidades en donde tenemos los principales corredores y son los tramos más largos en donde alcanzan más altas velocidades”.

La mayor frecuencia de accidentes se han presentado en los bulevares López Mateos, Morelos, Aeropuerto, Timoteo Lozano y Torres Landa.

Para reducir los percances, Tránsito aplica el Operativo Carrusel, que consiste en que las patrullas circulen en horas, días y zonas vulnerables a los accidentes viales al límite de velocidad y en caso de que algún ciudadano rebase a la unidad, se le advierte por el altavoz en dos ocasiones y en caso de omisión hacen la infracción.

El director operativo de Tránsito consideró que el alcoholímetro ha sido eficiente, aunque reconoció que para continuar revirtiendo las cifras de accidentalidad podrían ser necesarias más acciones y cada vez más estrictas.

“Dicen que donde nos pegan más es en el bolsillo, es donde más nos duele… Un asesor a nivel mundial en vialidad, Roy Rojas, vino en estos días y dijo que en donde se les pega más (a los conductores) es recogiéndoles el vehículo porque ya es de primera necesidad. Andan vueltos locos, no es tanto lo que les cuesta la multa”.

Otro problema grave es la falta del uso del cinturón de seguridad, pues tan sólo en los accidentes de 2008 se detectaron mil 207 personas que no lo utilizaron y sufrieron lesiones, mientras que el año pasado la cifra creció pues mil 973 personas resultaron con daños al omitir su uso.

El funcionario refirió que cada fin de semana se repiten las historias de personas que en cuestión de segundos cambiaron su vida por accidentes. Invitó a los padres de familia a tener una estrecha comunicación con los hijos sobre el consumo de alcohol y a supervisar cómo llegan a sus hogares, para evitar un trago amargo que puede ser fatal.