1. A finales de los 80, México toma claramente el camino de ser un exportador de manufacturas. El peso de los productos elaborados en las exportaciones totales pasó de 74 por ciento, a principios de los 90, a 83 por ciento en este año.

El problema es que en el camino aparecieron China y otros países asiáticos, que se convirtieron en las mayores potencias exportadoras de manufacturas del planeta.

Las ventajas de vender productos manufacturados se fueron perdiendo. Con el agravante de que al existir el objetivo de que las ventas de México crecieran muy rápido (lo hicieron a una tasa media de 11 por ciento al año entre 1994 y 2007), no se desarrolló una integración nacional sólida, y ese crecimiento tuvo un efecto pobre sobre el resto de la economía.

2. Al finalizar la década de los 80, el entonces presidente Salinas apostó por la mayor integración de México al mercado norteamericano a través de la negociación e instrumentación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN).

México se convirtió en uno de los primeros países en tener un tratado de libre comercio suscrito con la mayor economía del mundo.

El problema es que las ventajas comparativas que tuvimos se acabaron rápido. Entre 1994 y 2000, las exportaciones de manufacturas de México (hechas principalmente a EU) aumentaron en 17.8 por ciento. Pero entre 2000 y 2007, el ritmo de crecimiento fue de apenas 6 por ciento.

Otra vez fueron los asiáticos los que, tras la entrada de China a la OMC, ocuparon el espacio que dejó libre México.

3. A diferencia de lo que hicieron otras naciones de América Latina, México se vinculó poco con Asia. Sus relaciones económicas se focalizaron a Estados Unidos y a veces a Europa, pues firmó un acuerdo con la Unión Europea.

Pero resulta que los segmentos más dinámicos de la economía mundial se encuentran precisamente donde México tiene menos relación, mientras que la Unión Europea y Estados Unidos son economías que han crecido lentamente en los últimos años, y así lo harán en los próximos.

Naciones como Brasil o Chile están mejor habilitadas para aprovechar las fuerzas del crecimiento que vendrán del Oriente.

4. En los últimos años, el crecimiento de la demanda de materias primas por parte de China se ha convertido en una presión para el incremento de precios de este tipo de productos.

De acuerdo con el índice de The Economist, los precios de las materias primas en dólares aumentaron 24 por ciento en los últimos 12 meses.

Pero, por ejemplo, el conjunto de los insumos industriales aumentó en 33.3 por ciento, los metales en 16.3 por ciento y el oro en 17.7 por ciento.

Pero el petróleo, que es la principal materia prima que exporta México, sólo ha aumentado en 3.3 por ciento respecto a noviembre del año pasado.

Así que naciones que son potencias en la exportación agropecuaria o en minerales, como varios de América Latina, están aprovechando mejor que México esta recuperación.

Tal vez por eso el FMI calcula que América Latina crecerá en promedio 5.7 por ciento este año y 4 por ciento el próximo, mientras que en México, las tasas serán de 4.9 y 3.5 por ciento respectivamente.

¿Mala suerte, o falta de perspicacia para entender al mundo?