Ciudad de México (8 noviembre 2010).- Al cierre de septiembre pasado, el saldo de la deuda pública total ampliada sumó 4 billones 565 mil 326 millones de pesos, equivalente al 35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el nivel más alto desde 2000, cuando inició esta medición, según datos de la Secretaría de Hacienda.

Este saldo, representado en el concepto Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), suma la deuda del Gobierno federal y todos sus organismos; los pasivos del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y la deuda directa de Pemex por Pidiregas.

En lo que va del sexenio, esta deuda pasó de 29.2 por ciento del PIB en diciembre de 2006 a 35 por ciento en septiembre pasado y llegará a 36.8 por ciento al cierre de 2010, según Hacienda.

Esto es resultado principalmente de mayores obligaciones financieras de Pidiregas y de la reforma a la Ley del ISSSTE, explicó la dependencia en los Criterios Generales de Política Económica para 2011.

Especialistas señalaron que en este aumento también influyó la crisis económica de 2009, ya que para contrarrestarla, el Gobierno federal aumentó el gasto público y la deuda.

Aunque la deuda ampliada todavía está en un nivel manejable, coincidieron en que se tiene que volver a plantear una reforma fiscal.

Arturo Vieyra, coordinador de Estudios Económicos de Banamex, explicó que en 2009 la deuda creció porque el Gobierno aumentó el gasto para contrarrestar la recesión.

"Lo que hay que hacer es fortalecer las bases estructurales de las finanzas públicas, reducir la dependencia de ingresos petroleros con base a una propuesta de reforma fiscal, donde la fuente provenga de ingresos sustentables como los impuestos al consumo y donde haya una revisión exhaustiva de las exenciones", sugirió.

José María Marín, investigador del área de Presupuestos y Política Pública de Fundar, coincidió en que la crisis económica elevó los pasivos, pero llamó la atención sobre el hecho de que el País continúe endeudándose sin mejorar el nivel de recaudación.

Cuestionada al respecto, Hacienda dijo que el saldo de los RFSP es todavía inferior al de otras naciones como Estados Unidos, donde alcanza 65.8 por ciento del PIB.

"La deuda se ubica en un nivel moderado que no debería de generar problemas, en particular si comienza a disminuir a partir de 2011 como se tiene previsto", señaló, "pero en ese sentido es importante que hacia adelante continúe reduciéndose el déficit público, justo como ha planteado Hacienda ".

Confió que la recuperación económica de 2011 disminuya nuevamente los pasivos como porcentaje del PIB y que para 2012 contribuya la reducción a cero en el déficit tradicional.

Mauro Leos, vicepresidente de Riesgo Soberano de Moody's, apuntó que el aumento también se debe al menor crecimiento económico, ya que esa deuda se mide respecto al PIB y descartó que cause algún cambio en la calificación del País.