El delgado de la PROFECO, Mario Alvarez Michaus, explicó al respecto que la verificación realizada giró en torno a tres aspectos referentes al comportamiento comercial, el respeto a la norma oficial reguladora de Tequila y la norma de vinos y licores, para determinar que estos no estuvieran adulterados.

En ese sentido, detalló que en cuanto a bebidas alcohólicas no se encontró ninguna que estuviera adulterada, sino que las faltas cometidas tuvieron que ver con el comportamiento comercial.

Puntualizó entonces, que existieron establecimientos que exigían consumo mínimo pese a que esto no se puede condicionar a la clientela, otros restaurantes comercializaban productos como agua embotellada sin que esta estuviera incluída dentro del menú.

Asimismo, en el menú se exhibían bebidas como refrescos o agua sin que se especificara los mililitros que componían la botella pese a que se indicaba el costo.

Además, otros establecimientos difundían promociones de hora feliz o de 2x1, pero sin tener claridad si se trababa de bebidas u otro tipo de productos.

Por tanto, los establecimientos sancionados fueron La Garrufa y La Cantina, los cuales se hicieron acreedores a multas entre los 5 y 25 mil pesos por tener diversas faltas comerciales, mientras que los restaurantes que tuvieron buen comportamiento comercial fueron Las Costillas de Sancho, Ave María y La Colosal.