Las elecciones legislativas que se llevaron adelante ayer en los Estados Unidos no sólo significaron una derrota política para Barack Obama sino que también dirimieron cuestiones sociales, vía referendum, en distintos estados. Los más relevantes fueron los resultados obtenidos en contra de la marihuana en California y a favor del alcohol en la ciudad de Dallas, Texas.

En este último caso, se aprobaron las propuestas 1 y 2. La Propuesta 1 viabiliza "la venta legal de cerveza y vino para consumo solamente fuera del establecimiento", es decir, permite la instalación de locales de expendio para beber en privado.

Por su parte, la Propuesta 2 permite "la venta legal de bebidas alcohólicas mezcladas (cócteles) en restaurantes sólo por los poseedores de un certificado de comidas y bebidas". Esta iniciativa acabó con un requisito que rigió por setenta años y que señalaba que un cliente que deseaba beber alcohol en la parte "seca" de Dallas debía llenar previamente una solicitud que le permitiera "pertenecer a un club privado", situación que, para los comerciantes, desanimaba a compradores e inversionistas.

La "ley seca" fue aplicada por más de siete décadas en el 66% de la ciudad, y apuntó a restringir la venta de licores, vinos y cervezas.

Gary Huddlestone, director de la campaña Keep the Dollars in Dallas ("Mantengamos los Dólares en Dallas), la organización que promovió este referendo, se mostró feliz con la aprobación de ambas iniciativas.

"Definitivamente va a aliviar la carga de impuestos para los residentes y potencialmente mejorará los servicios como parques y calles para ciudadanos", sostuvo, al tiempo que agregó que la ciudad recolectará cerca de 33 millones de dólares al año por impuestos al alcohol y se generarán 29 mil nuevos empleos.

En tanto, varios concejales de Dallas ratificaron su descontento con la posibilidad de que se veten las prohibiciones al alcohol. Los mayores detractores son los ediles Steve Salazar, Dwayne Caraway y Carolyn Davis. A ellos se sumaron los grupos religiosos, todos representados por el abogado local Andy Sigel, informó el sitio web AldiaTX.com.

Sus principales argumentos apuntan a una presunta escalada de violencia y un inicio temprano de los más jóvenes en el vicio del alcohol.

Frente al resultado de la elección de ayer, Sigel anunció que analizan la posibilidad de pedir la impugnación del referéndum debido a que, consideró, no se siguió el proceso correcto para incluir las propuestas en la boleta electoral.

"La elección fue no apropiada. Los que apoyaban la medida simplemente no tuvieron las suficientes firmas requeridas para que sea incluida en la elección", insistió.

En tanto, recordó que con la despenalización aumentarán por miles las solicitudes para la instalación de comercios dedicados a la venta de alcohol. "Habrá una gran concentración de expendios de cerveza y vino en cada esquina", estimó.

No obstante, Huddlestone recordó que la ciudad tiene la autoridad para restringir la comercialización en determinadas zonas consideradas "de riesgo".