Y así ha sido desde el año 2000, cuando 65 centavos de la recaudación federal se transfería a los gobiernos subnacionales.

Además, un análisis de la entidad muestra que las participaciones pagadas en los primeros 10 meses del año ascendieron a 319,333 millones de pesos, lo que significa un aumento de 1,507 millones de pesos con respecto al mismo período del 2009.

Según la entidad, los estados de México, Distrito Federal y Jalisco son los que mayor proporción de transferencias federales recibieron, que corresponden a 39,888 millones de pesos, 37,483 millones y 20,082 millones, respectivamente.

También eran los máximos receptores de las participaciones federales hace 10 años.

La diferencia es que, excepto el DF, las otras dos entidades apenas tienen ingresos propios ligeramente superiores a la media nacional de 3,786 millones de pesos, tras ejercer la facultad recaudatoria local.

De acuerdo con la entidad, la reforma hacendaria, aprobada en el 2007 para redefinir las relaciones entre la Federación y los gobiernos subnacionales, garantizaría más recursos para los estados y los municipios sin arriesgar la buena salud de las finanzas públicas.

Pero apenas han conseguido elevar los ingresos propios en 0.3% del PIB.

De los recursos canalizados a los gobiernos locales, 55.2% se ejerció a través del gasto programable federalizado y 44.8% a través de participaciones federales.

La reforma

La reforma hacendaria del 2007 supone cambios para elevar la corresponsabilidad de los gobiernos locales en términos recaudatorios, particularmente en el fortalecimiento de sus ingresos propios y elevó el papel de la rendición de cuentas.

Además, para fortalecer los presupuestos locales, se constituyó un fondo compensatorio para las 10 entidades con el PIB per cápita más bajo.

El caso es que, según Hacienda, sólo nueve entidades han legislado la Tenencia como un impuesto estatal, Querétaro estableció un IEPS estatal al consumo de bebidas alcohólicas y sólo 30 entidades federativas cobran un gravamen por hospedaje.

De acuerdo con la Universidad de Guadalajara, “los gobiernos estatales han renunciado paulatinamente a exigir impuestos que alguna vez fueron locales a cambio de recibir una parte de los ingresos que se obtengan”.

“Así, el gobierno federal ha centralizado la recaudación y la administración de los impuestos más productivos desde el punto de vista del importe recaudado, mientras que los gobiernos estatal y municipal únicamente obtienen una participación”, detalla un análisis de la entidad.