Guadalajara.- Las numerosas investigaciones e invenciones que se desarrollan en Jalisco no se traducen en beneficio para la población ni reditúan ganancias para los inventores porque no existe cultura ni políticas para patentarlos, lamentó el director de la oficina regional del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), Theodore Shultz.

Como ejemplo, mencionó que el número de solicitudes de patente de universidades en Jalisco “hoy es prácticamente nulo”.

Sin embargo, las negociaciones que el IMPI lleva a cabo con la Universidad de Guadalajara y el Tecnológico de Monterrey, permitirán en 2011 un número considerable de registros de patentes, adelantó su director regional entrevistado en el marco del VII Encuentro Latinoamericano sobre Biotecnología Agropecuaria.

Según Theodore Shultz, el principal problema por la falta de registros de patentes es que los resultados de las investigaciones no llegan al mercado y no tienen un uso práctico.

En consecuencia, dijo, “no cumplen con su objetivo fundamental que es mejorar el nivel de vida de la población”.

Subrayó que en Guadalajara, la única universidad que cuenta con políticas establecidas sobre el registro de patentes es el Tec de Monterrey mientras la U de G y el Iteso ya trabajan en ello.

El director del IMPI explicó que las políticas de las instituciones universitarias van encaminadas a patentar todas sus investigaciones e invenciones en caso de que sean patentables y una vez que se tiene el resultado de la investigación, empujarla hacia el mercado en coordinación con las empresas.

En contraparte, el registro de marcas ante el IMPI presenta un crecimiento del 20 por ciento en comparación con 2009.

Theodore Shultz atribuyó el crecimiento al dinamismo de la economía en Jalisco y a la labor de promoción por parte del instituto.

Entre los sectores con mayor número de registros de marca se encuentran el tequila y la industria farmacéutica que por ley están obligadas a hacerlo.

Piratería

Para que el combate a la piratería sea eficaz, es indispensable que las empresas cuenten con sus propios métodos de inteligencia para detectar en dónde les están plagiando sus marcas, aseveró Theodore Shultz, director regional del IMPI.

“Nadie va a trabajar para ellos, nadie va a hacer la tarea de ellos y ellos necesitan conocer su competencia y saber qué está pasando para reportarlo a la autoridad y que ésta pueda intervenir”, dijo el funcionario.

Añadió que las modificaciones a la ley que permiten seguir de oficio a quienes venden y distribuyen la piratería solo funcionarán adecuadamente con la participación corresponsable tanto de la autoridad como de los empresarios.

“Es imposible para la autoridad y el IMPI saber qué marca está siendo plagiada o pirateada” sin la denuncia previa del propietario de la marca, comentó su titular.