Pero lo que no es debatible porque se trata de un hecho es que en México, mucho más que antes, la actividad económica padece por la inseguridad.

Algunos lectores nos pidieron algunos ejemplos de cómo sucede esto y otros más nos los proporcionaron.

Baja California Sur y especialmente Los Cabos no parecen ser de los lugares más afectados por la violencia.

Bien, pues un lector nos narró el caso de un negocio dedicado a la organización de bodas de canadienses o norteamericanos.

Por el efecto del temor a venir a un país que les parece violento, se acabó el negocio. En 2008 -nos cuentan- esta empresa organizó 62 eventos, más de uno a la semana. En el año pasado sólo hubo 9 y en el 2010 apenas va uno.

Piense ahora en la Ciudad de México.

Una empresa dedicada a la comercialización de piezas de acero evaluó las ofertas que le hicieron dos proveedores. Uno de ellos ubicado en Monterrey y el otro en San Juan del Río, Querétaro.

La empresa regiomontana ofreció un precio 8 por ciento inferior a la de Querétaro, aun considerando los costos de transporte.

Al final, la decisión fue por la más "cara", la de Querétaro. La razón es que al considerar el riesgo que implicaría transportar los productos en una zona en la que pueden encontrarse "narcorretenes" o "narcobloqueos", se consideró que a la larga el producto "barato" resultaría más costoso.

Una empresa de Monterrey perdió un pedido.

Otra historia.

Un ejecutivo de alto nivel de una empresa norteamericana tenía planeado viajar a la Ciudad de México para participar en una negociación de una importante inversión en bienes raíces.

Resulta que los asesores de seguridad del fondo que va a realizar la inversión le recomendaron no hacer el viaje.

El efecto fue que acudieron ejecutivos de menor nivel y la negociación no pudo cerrarse, pues tuvieron que regresar a Estados Unidos para contarle las cosas a quien tendría que haber estado implicado personalmente en el trato.

Se trata sólo de tres ejemplos muy diferentes de las realidades que viven las empresas todos los días y del perjuicio que la inseguridad tiene en los negocios.

El Gobierno tiene planeado hacer campañas para decir, por ejemplo, que las grandes ciudades de Brasil son más violentas que las de México, si se consideran los parámetros que usa la ONU, como homicidios por cada cien mil habitantes.

La realidad es que hoy no sabemos que en Brasil haya en una sola semana varias matanzas de decenas de jóvenes. Tampoco se ha sabido de una masacre de más de 70 personas como la de los indocumentados centroamericanos y sudamericanos de hace algunos meses.

Mientras ese tipo de hechos ocurran, ninguna campaña, por mejor hecha que esté, va a funcionar.

La idea de que "los medios" dejen de hablar esta temática tampoco va a prosperar. No es posible ya ocultar este tipo de hechos, ni esconderlos poniéndolos sólo en las páginas interiores de los diarios.

Para que la imagen cambie, la realidad tiene que hacerlo.

Pretender que la imagen puede cambiar aunque la realidad sea la misma es una fantasía que sólo está en la mente de algunos funcionarios.

Mala percepción sobre el crimen

(Ranking en costos para los negocios por crimen y violencia de países de AL)

Chile 78

Bolivia 110

Costa Rica 115

Argentina 116

Perú 119

Brasil 123

México 132

Colombia 134

Venezuela 135

Guatemala 139

Las posiciones expresan el lugar que tienen entre 139 países. / Fuente: Reporte de Competitividad 2010-2011. Foro Económico Mundial.