Sobre la carretera Morelia-Zinapécuaro se ubican varios depósitos de cerveza y tiendas de abarrotes que permiten que los clientes beban afuera de los establecimientos o incluso solapan que los borrachos consuman las cervezas dentro de las tiendas de abarrotes, se constató en un recorrido, además de las quejas realizadas.

Ana una ama de casa de Uruetaro comentó que si se le avisa a la policía es peor, porque los borrachos toman represalias y vuelven hacerlo de adrede para molestar a los quejosos vecinos.

La mujer dice que más que llevarse presos a los clientes debe frenar la venta a las tiendas o exigir no vender dentro de los negocios, ni permitir que se consuma afuera de las tiendas y depósitos.

“Los sábados y domingos esto es una cantina, todo el pueblo se pone borracho, la mayoría de hombres toman y la autoridad lo permite, para evitarse problemas”, dijo la vecina inconforme.

Señalaron que ya han puesto quejas en el área de Reglamentos del Ayuntamiento de Tarìmbaro, pero no los multan ni les cierran el negocio a nadie.

“Parece que los tienen comprados, porque ya son varias las quejas y no pasa nada”, dijo la vecina junto con otras mujeres de esa comunidad.

Además de las tiendas de abarrotes con venta de cerveza, hay un deposito de cerveza y tres cantinas con tabledance, pero que abren casi todo el día y la noche, sin embargo, las cantinas están mas alejadas de la zona habitacional, por los que más molestias generan son las tiendas de abarrotes con venta de cerveza para beber ahí.

En la colonia Miguel Hidalgo, también es tradición que los sábados y domingos, los hombres de todas las edades beban en las esquinas del lugar o en el sitio conocido como Los Pinos, donde se congregan los habitantes para salir a dar el rol. Ahí mismo, hay un deposito de cerveza y tiendas de abarrotes con venta de alcohol.

Ya por las tardes, se observan borrachos tirados en las esquinas o haciendo desfiguros con propios y extraños, pero es una situación ya común de cada fin de semana.

“Aquí ya nos acostumbramos a ver todo esto, ya es normal la borrachera, no se diga cuando hay fiestas en diciembre. La policía viene pero no se los lleva”, dijo Evangelina González.

“No hay nada que hacer aquí, no hay en que divertirse, más que tomar y no es nada del otro mundo”, dijo un joven afuera de una tienda