En septiembre, el dato de actividad industrial de EU evidenció la desaceleración que ya ocurre en esa nación. El descenso anual de 0.2% representa la primera baja del indicador desde que inició la recuperación económica el año pasado.

En México, la cifra se reflejó en las exportaciones no petroleras, que en septiembre reportaron una menor tasa de crecimiento frente al mes inmediato anterior.

Cifras del INEGI mostraron que las ventas al exterior repuntaron 21.3% a tasa anual contra el avance de 39.1% de agosto. Esto se explica por un menor ritmo de crecimiento de las ventas de autos a EU que crecieron 32.5% anual en septiembre, frente al alza de 52.2% de agosto.

Las cifras más recientes de producción industrial en México muestran que en agosto el sector comenzaba a recuperarse para tocar por primera vez un nivel previo a la crisis, al situar un valor similar al de febrero de 2007.

Sin embargo, parte muy importante de dicha recuperación proviene de la demanda automotriz estadounidense y del avance de industrias defensivas como la de alimentos, lo que indica que el peso de la crisis sigue afectando el consumo.

En la actual coyuntura de nueva desaceleración en EU y de incertidumbre respecto a cuándo se retirarán los estímulos en Europa, el consumo se mantiene rezagado.

Sobre esto, el dato más reciente de ventas al menudeo difundido en el país indica que el consumo doméstico sigue débil y que no logra retornar a los niveles previos a la crisis. El dato desestacionalizado del comercio al menudeo de agosto se situó en niveles similares al observado en mayo de 2007.

El patrón del consumo interno es similar al de la producción, con avances en sectores defensivos como el de alimentos, bebidas, tabaco, productos textiles, calzado y accesorios de vestir, que observaron los principales aumentos en agosto.

En segundo plano, avanzó el consumo de vehículos de motor, refacciones, combustibles y lubricantes.

La recuperación del consumo doméstico ha estado limitada por el deterioro de los ingresos laborales tras la crisis y por las elevadas tasas de desempleo que persisten en el país.

La creación de empleos resultante de la reactivación del sector industrial y exportador desde mediados de 2009, pero que en septiembre comenzó a moderarse, ha traído consigo alzas en el empleo del sector formal registrado al IMSS. No obstante, la tasa de desempleo, que considera al total de la población en edad de trabajar, se mantiene elevada.

En septiembre, la tasa de desocupación agrupó a cerca de 2 millones 690 mil personas o 5.70% de la fuerza laboral, un aumento de 5.44% respecto a la tasa del mes previo.

Este repunte del desempleo refleja que no se han recuperado todos los empleos perdidos durante la recesión, que de acuerdo con la OCDE, deben sumar 955 mil empleos para retornar a los niveles previos a la crisis de mediados de 2008.

Por otro lado, el dinamismo del empleo de carácter temporal supera por mucho al permanente, con avances de dos dígitos en el caso del primero. En septiembre, el empleo eventual creció 14% a tasa anual y el permanente 3.8% anual.

Ante el deterioro de las condiciones del empleo en el país, la subocupación también se mantiene alta, al sumar a alrededor de 3 millones 634 mil 500 personas a septiembre.

Las malas condiciones salariales y laborales en el país son una limitante del desarrollo del mercado interno, que se verá nuevamente mermado por la desaceleración de la industria exportadora en EU y en México.