Ciudad de México (28 octubre 2010).- La economía mexicana creció alrededor de 5 por ciento en el tercer trimestre del año, jalonada por el incremento de exportaciones manufactureras, estimó ayer el Banco de México (Banxico).

"El tercer trimestre de este año tendremos un crecimiento de alrededor del 5 por ciento", declaró en conferencia de prensa Agustín Carstens, Gobernador de Banxico.

El funcionario explicó que en el periodo julio-septiembre se observó una ligera moderación en la expansión de la economía mexicana respecto al trimestre anterior, cuando creció 7.6 por ciento.

Las exportaciones manufactureras, destinadas en cerca de 80 por ciento a Estados Unidos, fueron el principal motor, añadió.

Por otra parte, la inflación en el periodo de referencia se situó en 3.67 por ciento, frente al 3.96 del segundo trimestre de 2010, según Carstens.

También pronosticó un crecimiento final de la economía mexicana de alrededor de 5 por ciento en este año, luego del desplome de 6.5 por ciento que registró en 2009 por la crisis financiera internacional.

Mientras que para 2011, prevé un aumento de entre 3.2 y 4.2 por ciento, una expansión que consideró moderada por la desaceleración económica mundial.

El titular de Banxico destacó que la tendencia a la desaceleración de Estados Unidos es cada vez más clara y es posible que por muchos años esa economía registre bajas tasas de crecimiento, por lo que es necesario continuar con las reformas estructurales en México.

"Es importante que México logre fuentes de crecimiento interno, la reforma laboral, de competitividad, ayudarían a mantener nuestro crecimiento", destacó.

Sin embargo, advirtió sobre el rezago de la industria de la construcción y la inversión privada.

Respecto a la apreciación de las monedas causada por los flujos de inversión que han llegado a países emergentes como México, descartó que se adopte alguna medida para detener ese proceso.

Debido a que la apreciación afecta la competitividad de las exportaciones, el titular de Banxico alertó que este proceso podría causar que algunos países traten de estimular sus exportaciones a través de "depreciaciones competitivas".

"Sabemos que las medidas de intervención no tienen ningún efecto sostenible e introducen presiones importantes a la economía", dijo.

"El régimen cambiario (en México) ha funcionado bien, pensamos que en la medida de lo posible así seguirá", agregó.