Sin embargo, con todo lo que menciona, sin duda valores importantes, éstos no serán suficientes para lograrlo, ya que si revisa con detenimiento las causas asociadas al suicidio notará que el alcohol, depresor del sistema nervioso, está presente en la sangre de más del 70% de los suicidas y nuestro secretario de Salud, Álvaro Quijano Vivas, podrá corroborar ese dato fácilmente checando la Encuesta Nacional sobre Adicciones (ENA).

Entonces, si es que existe un deseo real de abatir estos males sociales, ¿cómo es posible que se pretenda facilitar la aprobación por mayoría simple de giros restringidos y modificar la Ley de Gobierno de los Municipios?

El desarrollo económico no se consigue abriendo más cantinas. Inundar una población de bebidas alcohólicas pone en riesgo el desarrollo social y económico de un estado, eso puede corroborarlo cualquier persona vinculada a temas de salud.

Es infantil y ofensivo tratar estos asuntos con tanta ligereza.

Y como le aconsejó el Organismo Mundial de la Salud (OMS) a todo México: para bajar índices de suicidios, homicidios, embarazos no deseados, deserciones escolares, alcoholismo y otros muchos males sociales asociados, se debe reducir la disponibilidad de alcohol en ciudades grandes y pequeñas, pueblos, comisarías, etcétera, que dicho en buen cristiano es: no se debe autorizar la apertura de más expendios de alcohol, sino al revés, reducirlos, restringirlos, para lograr que el suicidio deje de estar en sitio de honor o... deshonor, mejor dicho.

Con estas medidas todos pierden, menos los dueños de cantinas.- Mérida, Yucatán.