No sólo rompieron su compromiso firmado para iniciar los trabajos de una reforma fiscal integral, sino que siguen con su discurso que los Impuestos Especiales, que el Impuesto al consumo, que los regímenes especiales, que la Renta, el IETU, se deben revisar para tener un sistema tributario más justo.

Si esto lo saben de esta legislatura y las anteriores, entonces porque no comenzaron la tarea de elaborar un sistema fiscal justo que ofrezca los recursos necesarios para que el Estado cuente con la cantidad suficiente de recursos para atender las demandas de la sociedad.

El escuchar a una clase política con los mismos argumentos de siempre, los ubica en una clase cínica que busca burlarse de la sociedad mexicana que sigue en la espera de contar con un país justo y con oportunidades de desarrollo para todos sus habitantes.

No quieren entrar a los temas de fondo porque implica grandes cambios: las clases privilegiadas disminuyan sus canonjías, mientras que la sociedad sigue soportando las decisiones coyunturales de los políticos que siguen saliendo con sus vistosos trajes, corbatas y anillos, que ofenden a una sociedad atribulada por los problemas económicos, por la que deberían trabajar y que sólo usan en tiempos electorales para llegar a la silla presidencial y todos los privilegios y poderes que ello representa.