De acuerdo con la Ley de Ingresos aprobada la madrugada de ayer, en 2011 el Gobierno y el sector público en su conjunto dispondrán de 3.43 billones de pesos; esto es, 265 mil millones más que en 2010 y 36 por ciento en términos reales por arriba de lo aprobado en la primera ley del Gobierno de Felipe Calderón.

Para 2011, los diputados generaron una bolsa adicional de 60 mil 550 millones de pesos respecto a la propuesta del Ejecutivo, recursos que serán principalmente para los estados.

Esta cifra adicional se logró modificando a la alza la estimación de crecimiento económico, el precio del petróleo, el déficit público (deuda pública) y con nuevos impuesto a cigarros.

Especialistas criticaron que los diputados no hicieran cambios sustanciales para mejorar la capacidad de recaudación del Gobierno y sólo modificaran variables económicas para obtener más recursos.

"La aprobación de la nueva Ley de Ingresos reitera que frente a la incapacidad para lograr acuerdos sobre los principales problemas estructurales, siempre es más fácil optar por soluciones de corto plazo", dijo Miguel Pulido, director ejecutivo de Fundar, centro de análisis e investigación.

Los diputados, agregó, negociaron políticamente el crecimiento económico de 2011, que ahora será 3.9 por ciento en vez del 3.8 propuesto, en lugar de proponer una estrategia integral de endeudamiento público e inversión como motor de crecimiento.

"La historia es la misma, Hacienda tendrá que ajustar el gasto público el año que viene por la vía de los recortes", advirtió.

Mientras, los gobierno estatales, beneficiados de estas modificaciones, operan con altas condiciones de opacidad.

"Vivimos una necesidad inercial de mayores recursos que no viene acompañada de una revisión profunda sobre la eficiencia y eficacia en la ejecución del gasto", lamentó.

José Luis de la Cruz, Director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, señaló que la Ley de Ingresos aprobada refleja la incapacidad del legislativo de hacer propuestas innovadoras.

"Al modificar variables como el déficit y el crecimiento económico, los diputados podrían causar más problemas que soluciones para el 2011", señaló.

Detalló que el próximo año se prevé una desaceleración de la economía estadounidense y contradictoriamente, los diputados elevaron la estimación de crecimiento para México por lo que, de no cumplirse esa meta, la recaudación de impuestos caerá.

Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), calificó la Ley de Ingresos como inercial.

"Ni es peor, ni mejor, es la misma, no es mala para la realidad del País, pero no es un avance de carácter estructural y no da fortaleza a la economía", sostuvo.