Ciudad de México (9 septiembre 2010).- Por segunda ocasión, el Distrito Federal se ubicó como la entidad mejor ubicada en el Índice de Competitividad Estatal 2010 hecho por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Siguieron a la capital del País, Nuevo León, Querétaro, Coahuila y Aguascalientes.

El objetivo del Índice es medir la capacidad de las entidades para atraer y retener inversiones y talento.

El indicador se compone de 10 subíndices y 120 variables económicas y sociales y desde la primera medición el DF ha permanecido en primer lugar y Nuevo León en segundo.

El DF tiene un alto desempeño en el subíndice "Sociedad incluyente, preparada y sana".

"Se encuentra en la primera posición del factor, ubicándose 53 por ciento por encima del promedio nacional. El DF destaca por ser la entidad con mayor cantidad de computadoras por habitante, contar con una de las fuerzas laborales mejor calificadas a nivel nacional, ya que cerca de 40 por ciento de su población económicamente activa cuenta con estudios superiores, tiene una alta participación de mujeres y es uno de los estados con mayor calidad educativa", destaca el estudio.

La capital del País también repuntó en el subíndice "Desempeño de sectores precursores de clase mundial", que evalúa infraestructura carretera, tecnológica y oferta de servicios financieros.

El estudio destaca que las cinco menos competitivos son en el lugar 28, Estado de México; seguido de Tabasco, Chiapas, Guerrero y Oaxaca.

Estos últimos lugares se distinguen por poseer en conjunto 4 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED); 9 por ciento de las patentes e investigadores; 14 por ciento de las empresas más grandes y 17 por ciento del PIB Nacional.

Juan Pardinas, director del área de finanzas públicas del Imco, aseguró que en materia de competitividad hace falta mucho por hacer.

Para lograr mejores niveles en este rubro se requiere tapar el boquete fiscal que viven las finanzas públicas a nivel federal y estatal.

Esto solamente se logra, afirmó Pardinas, con más impuestos, más deuda y menos gasto.

"El faltante de ingresos petroleros para cubrir sólo los gastos estatales requeriría aumentar cada año la recaudación de IVA al 22 por ciento o del ISR al 16 por ciento", apuntó.

Agregó que también es indispensable transparentar el uso de los recursos. Un país sin transparencia, argumentó, no puede aspirar a ser competitivo.

"Por ejemplo, hoy en México no podemos saber el número de empleados de la mayoría de los gobiernos municipales, quiénes son, dónde trabajan por ejemplo, los maestros de las primarias y de las secundarias", lamentó.

Para una mejora competitiva no hay más que tres caminos: limitar el endeudamiento en los tres órdenes de gobierno; armonizar la rendición de cuentas a nivel nacional y controlar el gasto de nómina.

"Sin esos pasos, estamos en un laberinto como país", advirtió.