
Nombres, nombres... y nombres / A factura electrónica 270 mil causantes en 2011, cerco del SAT a recibos apócrifos y desaparecen impresores autorizados|
03/09/2010
Alberto Aguilar
Alberto Aguilar
LE ADELANTABA DE la gradualidad con la que se implementará la aplicación de la factura electrónica a partir de enero del 2011, como resultado de las modificaciones al Código Fiscal aprobadas en 2009.
Había la expectativa de que hoy aparecieran publicadas en el DOF las reglas pendientes, ya avaladas por la SHCP de Ernesto Cordero.
Por lo pronto para todas las compañías y personas físicas con actividad empresarial y que tengan una facturación anual arriba de los 4 millones de pesos la medida será obligatoria para las operaciones que excedan de manera individual los 2 mil pesos.
Vale señalar que en ese segmento no se partirá de cero. Y es que desde el 2005 se ha hecho camino de forma voluntaria con unos 38 mil contribuyentes que se manejan vía electrónica, no sólo para sus facturas, sino para lo que concierne a su cadena de suministros, compras y otros procesos, dados los avances logrados de la mano de GS1 que preside Miguel Ángel Peralta.
Ahora se subirán en total 270 mil contribuyentes, el 5 por ciento del universo susceptible, pero que podrían constituir hasta 70 por ciento de las operaciones.
En el nuevo procedimiento desaparece la figura del impresor autorizado, unas 7 mil imprentas, que eran el vehículo por el que el SAT que lleva Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, entregaba los folios para los blocks de facturas.
Ahora el contribuyente solicitará directamente al SAT los folios con su firma electrónica y las facturas se podrán emitir en la computadora de casa, negocio o hasta en un café internet.
Incluso en operaciones menores a 2 mil pesos en donde se podrán emitir facturas en papel, será indispensable el folio y la incorporación de un dispositivo de seguridad, o sea un código de barras bidimensional.
Para las facturas en papel que hoy tienen los causantes, el SAT permitirá su utilización hasta que se terminen o bien hasta su caducidad que es de dos años.
Hasta ahora el SAT no ha decidido el plazo para que se incorporen a la factura electrónica los causantes que están por debajo de los 4 millones de pesos anuales.
Los tiempos dependerán de la evolución que se tenga en este esfuerzo.
Lo relevante es que con las nuevas medidas incluso para la factura en papel se da un paso nodal para eliminar operaciones apócrifas que pudieron haber representado deducciones injustificadas hasta por 39 mil millones de pesos en los ejercicios del 2006 al 2008.
No es desconocida la existencia de empresas dedicadas a comercializar facturas para que otros evadan. Ahora su accionar se hará más difícil.
En lo que hace a la factura electrónica el SAT dispone en su página de opciones de software gratuito para los clientes menos sofisticados.
Hay además 25 proveedores autorizados con programas mejor dotados.
Estos mismos expertos apoyarán al SAT en el nuevo mecanismo de factura electrónica vigente en 2011. Serán los encargados de asignar folios por factura y sellar cada comprobante electrónico.
De esta manera se garantiza la integridad de la información contenida y el emisor de una factura estará imposibilitado de negar haberla emitido.
Para las empresas los ajustes realizados darán absoluta certidumbre jurídica y no se descarta que esto permita el impulso a la actividad del factoraje en beneficio de muchos proveedores.
Al contribuyente la factura electrónica le hará más fácil lo administrativo. Se eliminarán enormes cargas operacionales y de almacenaje. Hay hasta bondades ecológicas, puesto que por cada millón de facturas impresas se estima que se requiere cortar entre 50 y 60 árboles.
Imagine lo que esto representa cuando en 2012 se esperan emitir 4 mil 522 millones de facturas.
Así que por donde se vea este asunto tiene sus bondades.
Fuente: El Universal
Categoría: FISCAL
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