
COORDENADAS
El paquete del Senado
26/10/2009
Enrique Quintana
Enrique Quintana
¿Cuál va a ser, finalmente, la contrapropuesta que hagan los senadores del PRI al paquete fiscal aprobado por los diputados?
Hasta el día de hoy, ni la Cámara de Diputados ni la de Senadores tienen facultad alguna para determinar los precios de los combustibles en el mercado doméstico.
La idea de algunos senadores del PRI, que luego fue rechazada, de aumentar en 20 centavos los precios de las gasolinas como otra opción para captar recursos, fue -por lo menos en términos estrictamente legales- una gran cortina de humo.
Salvo que cambiara la ley, el precio de la gasolina lo fija la Comisión Gasto-Financiamiento, que integran diversas Secretarías. Aunque todos saben en el Gobierno que las políticas de precios es una decisión de la Presidencia de la República sobre la base de las propuestas de Hacienda.
Incluso la Secretaría de Hacienda no tiene que hacer explícita en la Ley de Ingresos la política de precios de los combustibles. Lo único que requiere es calcular el IEPS derivado de las gasolinas y el diesel, que asciende a 20 mil 856 millones de pesos.
Esto quiere decir que se espera un nivel de precios promedio de gasolina y diesel que esté ligeramente por arriba de los precios de referencia en el mercado internacional.
El único compromiso del Gobierno es que los precios de las gasolinas sigan fijos hasta el fin de año. Los movimientos que tengan en el 2010 -si se aspirara a cumplir la Ley de Ingresos como ha sido aprobada por los diputados- dependerán de qué pase con los precios de las gasolinas en EU.
Descartado el tema de los precios de las gasolinas como fuente de ingresos alterna, restan el mayor déficit público y la estimación del precio del petróleo.
Cuando en el sexenio pasado se aprobó la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, se incluyó una metodología para estimar el precio del petróleo. Se buscaba con ella evitar criterios discrecionales en su fijación, pues en el pasado había una tendencia a la sobrestimación de los petroprecios, en el afán de estirar el Presupuesto.
Sin embargo, por lo menos desde el año pasado, se han hecho interpretaciones laxas de la metodología y de nueva cuenta el precio ha dependido de las opiniones de los legisladores.
Con un poco de suerte, la estimación de 63 o 64 dólares que algunos en el Senado quieren poner puede obtenerse en el 2010, pues el promedio del mes de octubre estará cercano a los 68 dólares por barril, y el cierre del viernes pasado fue de 73.2 dólares por barril.
Pero si, por el contrario, hay mala suerte, entonces bien podría quedar por debajo de ese nivel y hacerse otro agujero fiscal.
En relación con el déficit, creo que fijarlo en uno por ciento del PIB no es dramático por sí mismo.
Sin embargo, en el contexto del ambiente político que existe, con estas modificaciones, sin duda nos aproximaríamos más hacia una revisión a la baja de las calificaciones de la deuda mexicana, que si bien tampoco sería una tragedia, sí le metería un ingrediente adicional de dificultad a la búsqueda de financiamiento en el 2010, tanto para el sector público como para las empresas privadas.
Los cálculos del Senado del PRI implicarían una pérdida cercana a 50 mil millones de pesos por modificaciones en materia de ISR, consolidación fiscal e IVA, que serían recuperadas por deuda y petróleo.
El tema de fondo, sin embargo, es que, una vez más, una potencial reforma fiscal de fondo quedó para el olvido.
Fuente: Reforma
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
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