En ese sentido, el cerebro de los niños va creciendo de forma exponencial en los primeros años, por lo que son críticos para su desarrollo mental y el alcohol puede repercutir directamente en ello.

Aunque sea solamente un “traguito”, puede repercutir en eso, pues no hay estudios claros sobre cuánto alcohol puede tomar un niño para que sea nocivo,además de que, en proporción, la cantidad de alcohol por kilo de peso es mucho mayor.

EN VIENTRE

Una de las indicaciones que reciben las mujeres embarazadas es que no consuman alcohol, pues ello puede provocar daños al bebé, desde problemas en su desarrollo hay anomalías congénitas.

Estudios revelan que las bebidas embriagantes viajan por vía sanguínea y llegan a la sangre, los tejidos y los órganos del bebé. Y como el alcohol se descompone mucho más lentamente en el cuerpo del bebé que en un adulto, el nivel de alcohol en su sangre permanece elevado por más tiempo que en la madre. Eso

puede provocar, incluso, un daño permanente.

Los problemas por el consumo de alcohol en el embarazo pueden provocar en el bebé desde problemas de comportamiento y atención, anomalías cardíacas, hay cambios en la forma de la cara, un crecimiento deficiente, problemas con el movimiento y el equilibrio, y tono muscular deficiente, entre otros.

En definitiva, el consumo de alcohol es aún más dañino en el primer trimestre del embarazo, pero debe evitarse durante los nueve meses.

MENORES INMADUROS

Cuando una persona menor de 16 años consume bebidas embriagantes, se advierten graves problemas para su salud. El efecto más común, y menos visible,es sobre el hígado, pues aún es inmaduro, de modo que metabolizan más lentamente el alcohol, lo que les conduce a una intoxicación alcohólica.

De esa forma, el hígado puede presentar riesgo de hepatitis hay cirrosis hepática. En los menores de 16 años, el alcohol pasa rápidamente al sistema nervioso central, provocándoles, en menos tiempo y con menor cantidad de bebida, una intoxicación alcohólica aguda.

Otros problemas relacionados con el consumo de alcohol en los menores son trastornos mentales y de la conducta, problemas gastrointestinales, cáncer,enfermedades cardiovasculares o trastornos inmunológicos.

BEBEDOR PRECOZ

Estudios señalan que, cuando un niño empieza a beber antes de los 15 años, es mucho más propenso a convertirse en un bebedor crónico o en bebedor problemático, y las estadísticas indican que aproximadamente 1 de cada 5 adolescentes se consideran bebedores problemáticos.

Eso puede implicar que se emborrachen, tengan accidentes relacionados con el consumo de alcohol, se metan en problemas con la ley, su familia, los amigos, el colegio o las parejas en las citas, entre otros temas.

En el Centro de Integración Juvenil (CIJ) se ha atendido a niños que desde los 9 años de edad pueden sentir curiosidad respecto al consumo de alcohol, por lo que incluso ya lo han probado, y aunque al inicio pueden considerar su sabor demasiado amargo, una segunda o una tercera vez podrían cambiar eso.

En los últimos cinco años, la cifra de personas en ese rango de edad ha incrementado de una manera alarmante del 40 al 70 por ciento, según el Observatorio de Mexicano de Tabaco, Alcohol y otras drogas (Omextad) en donde los más propensos a crear adicción son los alumnos de nivel medio y superior.

En Coahuila, el promedio de edad de inicio en el consumo de alcohol bajó ese año de los 14 a los 12 años, según reveló la primera Encuesta Estatal de la Juventud, desarrollada por el gobierno del Estado a través de la Secretaría de la Juventud (Sejuve).

Es decir, que si antes comenzaban a beber a los 14, hoy se presentan casos de niños que lo hacen regularmente desde los 12 años. Además, el alcohol es considerado como una “droga de inicio”, que da pie al consumo de otras sustancias, como la marihuana o los inhalantes, que son las más comunes en los más jóvenes.

Las mujeres sufren más daños

Las mujeres incrementaron el consumo del alcohol a la par que los hombres, lo que aumentaría sus problemas de salud debido a que las

afectaciones biológicas son mayores para ellas, indicó la Fundación Pernod Ricard México.

En comparación con los hombres, las mujeres son más vulnerables, ya que hay estudios que demuestran que las enfermedades a órganos como el hígado se desarrolla en ellas en un periodo más corto ante el uso nocivo del alcohol, expuso la Fundación en un comunicado.

Algunas de las consecuencias del consumo excesivo de alcohol en las mujeres se asocian a alteraciones en el ciclo menstrual, la osteoporosis y la deficiencia sexual, debido a que alcohol se metaboliza más lento que en los hombres, por lo que sus órganos están expuestos daños durante un periodo más largo.

“Es muy importante alertar a la mujer sobre los riesgos a los que se enfrenta a la hora de consumir alcohol en exceso, considerando las condiciones biológicas de cada quien”, señaló el director general de Fundación Pernod Ricard México, Mauricio Soriano Ariza.

De acuerdo con un libro de la Fundación de Investigaciones Sociales (Fisac) denominado “El trago estándar en México”, diversos estudios sugieren que las mujeres desarrollan daño hepático, cirrosis y hepatitis alcohólicas a edades más tempranas con menores cantidades de etanol acumuladas que los hombres.

El aumento en el consumo de alcohol en las mujeres se presenta de

manera principal en las adolescentes de secundaria, lo que conlleva a estados de embriaguez en menor tiempo debido a su composición física, de acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), de la Secretaría de Salud federal.