
Más impuestos al consumo de alcohol.
19/10/2009
Emil M. Sunley
Emil M. Sunley
México debería adoptar un impuesto de control en las bebidas alcohólicas, propuso Emil M. Sunley; un gravamen basado en
disminuiría el costo social del consumo excesivo.
El 9 de septiembre, Hacienda presentó al Congreso su propuesta tributaria y de presupuesto, en donde se incluye un nuevo im
bebidas destiladas, de $3 pesos mexicanos por litro.
Si dicho gravamen llegara a establecerse, México contaría con un sistema mixto de impuestos sobre el consumo dirigido a be
impuesto ad valorem y este nuevo y específico impuesto basado en la cantidad.
La contribución de $3 pesos por litro se cobraría en el punto, primero de venta a los importadores o productores.
La modificación de este impuesto, significaría un necesario ingreso para el Gobierno, así como una disminución en el abuso de
mercado informal.
Si el propósito fundamental del impuesto es desalentar el consumo excesivo de alcohol, se debe insistir en un impuesto basado
El costo social del exceso en el consumo, depende directamente de la cantidad de alcohol que se bebe y no tanto del tipo de b
consume, ya sea charanda, tequila o whisky escocés. Si los efectos del alcohol son los mismos por unidad consumida el mont
tendría que ser igual. Un impuesto específico de este tipo, reforzaría los argumentos para lograr una reforma en el sector de sa
Existen otras ventajas con este impuesto específico. Primero, si tomamos en cuenta que el impuesto sobre el consumo ad val
mayores diferenciales en los precios entre las bebidas de bajo y alto costo, se tendrá como consecuencia el cambio a marcas
tarifa del impuesto se incremente.
Segundo, este impuesto ad valorem podría promover una guerra de precios, lo que haría que las contribuciones al Gobierno se
reducción de precios.
En contraste, cuando el impuesto es específico la cantidad que se aporta con el mismo, no se reduce con la baja de precios. Y
impuestos específicos el ingreso de las contribuciones no fluctúa ni con el tipo de cambio ni con las variables en precios, dand
confiable y estable fuente de ingresos para el gobierno.
En la actualidad, en México la recaudación por bebidas alcohólicas se realiza a través del impuesto ad valorem. La tarifa de es
Impuesto Especial Sobre la Producción y Servicios (IEPS), es de 50% en todas las bebidas destiladas y 20% en el alcohol pu
a cabo en cada etapa de la producción y distribución.
El IEPS es, en efecto, un impuesto de valor agregado adicional o paralelo. Todos los productores, distribuidores y comerciante
tienen que registrar para el IEPS y proporcionar un informe o relación de sus ventas.
Sin embargo, esta fragmentada manera de recolección de impuestos conduce, inevitablemente a una baja observancia o acata
el nivel del comercio informal, comparado con lo que podría ser la recaudación en una sola etapa en el punto primero de venta.
que alrededor del 40% del alcohol que se consume en México, no paga impuestos.
Asimismo, si se implementara el nuevo impuesto de control de una manera efectiva, se reducirían las pérdidas del sector inform
costos de administración en comparación con el "multietapas" IEPS.
Actualmente, las bebidas destiladas en el mercado mexicano, oscilan entre un 20% de alcohol por volumen hasta más del 50%
mejorar la equidad e integridad del impuesto de control, este debe ser aplicado en base a los litros de alcohol puro (o grado de
de litros en sí. Esto aseguraría la uniformidad entre todas las categorías de productos.
Más allá, la fuerza de la destilación, puede variar enormemente. Si el impuesto se calculara en volumen de litros en el primer pu
importador (particularmente los de destilados de caña), podrían incrementar la fuerza o intensidad de la destilación y vender el
embotelladores. Al igual que, si se pagara el impuesto en el punto de primera venta, el embotellador podría añadir agua para d
producto al ser embotellado y así disminuir el impuesto por litro.
Es por esto, que los impuestos específicos basados en el contenido de alcohol, son más fáciles de administrar, tanto por el go
por estar basados en información comprobable, en el punto de producción. En caso de duda, los contenidos de alcohol pueden
independiente.
En contraste, los impuestos ad valorem precisan tener confianza en el precio facturado, sobre el cual se calcula el impuesto, y
confianza en los precios declarados de facturación, sobre todo cuando se trata de pago de impuestos.
Por último, la imposición de un gravamen específico basado en el contenido de alcohol, ayudaría a poner a México en el tema
impuestos en el alcohol, al nivel de las mejores prácticas internacionales.
Todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico (OCDE), a excepción de Méxic
impuestos específicos a las bebidas destiladas, basadas en su contenido de alcohol.
En cuanto a América Latina, Colombia cambió en 2003, del impuesto ad valorem a la recaudación específica en bebidas desti
redujo el contrabando ya que la producción se ha redirigido, de los canales del mercado informal, al canal de comerciantes o m
ingresos por las tarifas de importación e impuestos sobre el consumo se han incrementado notablemente.
México debería adoptar un impuesto de control en las bebidas alcohólicas, basado en alcohol por volumen.
*El autor es asesor senior en economía para el Centro Internacional de Impuestos e Inversión, ex director asistente del Depa
Fiscales del Fondo Monetario Internacional y ex Secretario Delegado Asistente para políticas de Impuestos del Departament
Unidos.
Fuente: CNNEXPANSION
Categoría: FISCAL
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