
Pemex sin capacidad económica para extraer 29% de reservas probadas de crudo en el país.
19/10/2009
Víctor Cardoso
Víctor Cardoso
Se requieren pozos e infraestructura para
explotarlas comercialmente, según informes internos
Aproximadamente 4 mil 111 millones de barriles de petróleo crudo equivalente,
casi una tercera parte de las reservas probadas del país, no pueden ser extraídas
debido a la incapacidad económica de Petróleos Mexicanos (Pemex) para su
explotación comercial.
Informes internos de la petrolera mexicana reconocen que las reservas
probadas no desarrolladas representan 29 por ciento y no se explotan porque
se requiere de pozos e infraestructura adicional para su producción.
La mayor parte de estas reservas, 56 por ciento según la información de
Pemex, se encuentran localizadas en los campos Ku-Maloob-Zaap, Antonio J.
Bermudez y Jujo-Tecominoacán, Sihil, Tsimin, May, Ayatsil y Yaxché. Esas
reservas probadas no desarrolladas serían suficientes para 4.3 años de
producción a los niveles actuales de 2.6 millones de barriles al día.
Hasta enero de este año, última actualización de las reservas de Pemex, las
reservas probadas de hidrocarburos ascendían a 14 mil 308 millones de barriles
de petróleo crudo equivalente, de los que 73 por ciento corresponden a crudo, 10
por ciento a los llamados condensados y líquidos de planta y 17 por ciento de gas
seco equivalente a líquido. Estas reservas probadas son recursos susceptibles de
ser recuperados de los pozos existentes mediante la infraestructura actual o
inversiones moderadas.
Riqueza en las profundidades
Pero, con todo y una mayor disponibilidad de recursos derivados de la reforma
energética de 2008, Pemex carece de recursos suficientes para extraer 29 por
ciento de los recursos ya detectados, dictaminados como comercialmente
explotables y rentables, por la profundidad a la que se encuentran.
Las reservas probadas no desarrolladas, es decir, los volúmenes que
requieren de pozos e infraestructura adicional para su producción, alcanzan 4 mil
111 millones de barriles de petróleo crudo equivalente o 29 por ciento de las
reservas probadas, revela un informe de Pemex.
La misma información detalla que 56 por ciento de estas reservas se
concentra en los complejos Ku-Maloon-Zaap y Antonio J. Bermúdez y en los
campos Jujo-Tecominoqacán, Sihil, Tsimin, May, Ayatsil y Yaxché. Las regiones
marinas concentran 50 por ciento de esta categoría de reservas, mientras las
regiones terrestres contienen el restante 50 por ciento.
Para expertos de la Academia de Ingeniería esto quiere decir que Pemex ha descubierto petróleo con los pozos que perfora, pero no se puede extraer por
falta de tecnología, así por como insuficiencia económica para construir la
infraestructura adicional requerida para explotar comercialmente esa tercera
parte de las reservas probadas del país.
Se solicitó a Pemex información más detallada sobre los requerimientos
técnicos y económicos para explotar las reservas probadas no desarrolladas,
pero no se recibió ninguna respuesta de la empresa.
En la práctica, Pemex debe establecer un compromiso para desarrollar un
nuevo campo de producción de acuerdo con un plan de explotación y un
presupuesto aprobado. De lo contrario, revelan los documentos de la petrolera,
una demora excesivamente larga en el programa de desarrollo puede originar
dudas acerca de la explotación de tales reservas y conducir a la exclusión de tales
volúmenes de la categoría de reserva probada.
Supuestos de precios de petróleo
Como parte de su análisis de riesgo crediticio, Standard & Poors utiliza
supuestos de precio del crudo uniformes a nivel global para determinar los
impactos sobre el perfil financiero de las empresas calificadas. Dichos supuestos
se preparan teniendo en cuenta que el principal propósi-to de las calificaciones es
brindar una opinión sobre la capacidad y voluntad de una compañía de cumplir
con todas sus obligaciones financieras en tiempo y forma. Por lo tanto, estos
supuestos no son pronósticos de precios futuros.
En la determinación de nuestros supuestos de precios, seguimos un proceso
cualitativo que considera las curvas de precio futuro existentes, tendencias de
oferta y demanda, capacidades ociosas, los planes estratégicos de las compañías
del sector, y las estructuras de costo de la industria, particularmente de aquellas
de activos con producción marginal, porque son las que en última instancia
concurrirán a la formación del precio de largo plazo de la industria.
A la fecha, Standard & Poors utiliza precios de 55 dólares por barril de
Western Texas Intermediate (WTI) para 2010, 60 para 2011 y 60 a largo plazo.
A pesar de la fuerte caída en los precios de crudo comparado contra los valores
de mediados de 2008, los supuestos de largo plazo en México permanecen sin
cambios en 60 dólares por barril, reflejando diversos factores.
Entre ellos destaca una demanda estructural que debería crecer aún, costos de
exploración y producción que deberían continuar altos (con proyectos complejos
como en Canadá y los de aguas ultraprofundas, que posiblemente requieran
precios superiores a 70 dólares por barril para ser económicamente viables), y un
elevado riesgo político en algunos países productores que podría resultar en
caídas en la producción. Por otro lado, se espera que las principales compañías
internacionales tengan dificultades para subir sus niveles de producción en forma
sostenida.
En países cuyos precios no siguen totalmente a los internacionales (como
Argentino), al análisis citado se incorporan los factores específicos de dicho país,
como ser acuerdos de precios, regalías, descuentos por calidad, retenciones a las
exportaciones, etc.
Si bien los supuestos de precios de largo plazo no intentan reflejar un piso en
los costos, están designados para asegurar que las calificaciones de Standard &
Poors no estén en riesgo ante caídas significativas en los valores.
Fuente: La Jornada
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
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