Aclaró que a veces es estrategia de los infractores con fines de distracción o errores de percepción ese tipo de molestias, porque regularmente exponen que solo se tomaron dos o tres cervezas o bebidas.

Ocurre que a veces se pierde la cuenta en el consumo y de ahí la confusión y el enojo de quienes acuden a la Comisión de los Derechos Humanos.

Ni siquiera durante el mes de festejos, diciembre, repuntó la cantidad de personas que se dijeron objeto de abusos en los alcoholímetros.

Vieyra Alamilla comentó que fue buena medida que no se hagan arrestos de personas en estado de ebriedad, sino que se les sanciona económicamente teniendo como garantía el vehículo que manejan.

"A la persona ya no se le detiene y eso ha permitido que haya menos enojos de parte de los infractores. Sí ha bajado el número de quejas.

"Lo que se llega a presentar a veces es que las personas discuten porque dicen que no van en estado de ebriedad.

"Argumentan que no deben ser multados porque no han tomado y van bien".

Otra queja se refiere a que cuando se llevan los vehículos "luego no están de acuerdo con los inventarios de las cosas que llevan en el interior porque dicen que les faltan y es donde llega a haber algunas diferencias"..

Hasta el momento la Comisión de los Derechos Humanos no ha probado que se haya detenido a alguna persona sobria porque supuestamente fallaron los aparatos de medición que son los alcoholímetros, afirmó el primer visitador, quien dijo que el personal acude en calidad de observador pero no siempre puede estar todo el tiempo.

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