
Luz y Fuerza: lo que sigue
14/10/2009
Enrique Quintana
Enrique Quintana
No esperemos milagros. Una verdadera mejoría en el servicio eléctrico en el Valle de México va a tardar todavía
A continuación, algunas de las preguntas más frecuentes que se han estado haciendo respecto al tema.
1.- ¿Cuánto va a ser el saldo financiero de la operación eléctrica en el centro de la República al primer año?
Como en todo proceso de liquidación, habrá el costo financiero de liquidar al personal, que es calculado por Hacienda en 20 mil millones de pesos. El costo anual de la nómina era de 8 mil millones, por lo que se pagaría aproximadamente el equivalente a 2.5 veces, independientemente de que la carga vaya al presupuesto de este año o al próximo.
Adicional a esta erogación, habrá que pagar los salarios de alrededor de 10 mil personas que serán necesarias para operar la empresa. Considerando que sea un 30 por ciento por abajo del costo previo por persona, de cualquier manera sería cerca de alrededor de mil 300 millones de pesos.
Pero, por otra parte, podría haber una reducción de costos operativos por mayor eficiencia, que podría estimarse en mil millones de pesos.
Con este saldo habría un costo estimado de 20 mil 300 millones.
Si se considera -optimistamente- que logren bajarse las pérdidas de energía en un 30 por ciento, para dejarlas en 21 por ciento en el primer año, implicaría recuperar 4 mil 500 millones de pesos.
Así que si hubiera una liquidación completa de los empleados, en el mejor de los casos -con todo y la mayor eficiencia- habría un costo de alrededor de 15 mil millones de pesos al año de la liquidación de LFC.
2.- ¿Cuánto tiempo debiera pasar para que exista una real mejoría en el servicio eléctrico en las zonas operadas por LFC?
En lo correspondiente a la atención al público, la mejoría debe ser casi inmediata, pues los empleados sindicalizados (prácticamente la totalidad de la empresa) en su mayoría adoptaban la actitud de quien tiene el poder y el control, lo que cambiará de inmediato.
Sin embargo, en la calidad del suministro, en la rapidez de las respuestas a la solicitud de contratos, en las interrupciones, probablemente haya que esperar varios meses (en algunos casos quizás bastantes) para ver la mejoría, pues va a ser necesario realizar inversiones y cambiar sistemas, que van a madurar en periodos de seis meses hasta lapsos de 2 a 3 años.
3.- ¿Cuánto puede escalar el conflicto social desatado por la liquidación del SME?
Dependerá de tres factores. El primero, de la cantidad de trabajadores activos que acepten su liquidación. El Gobierno puso el atractivo de un pago extra de 10 hasta 80 por ciento, según antigüedad, si se suscriben los convenios antes del 14 de noviembre. Por lo que el próximo mes será crítico. La otra parte tiene que ver con los beneficiarios del desastre de Luz y Fuerza, que probablemente son varios cientos de miles de usuarios que están colgados y que no pagan a la empresa, sino que hacían arreglos por fuera con los sindicalizados o simplemente no pagan y punto.
Aquí, un papel clave lo tendrán las autoridades locales para perseguir el delito de robo de luz.
En esos grupos beneficiarios de la situación que tenía LFC es que puede encontrar el SME una base de respaldo fuerte.
Finalmente, no puede ignorarse el uso político que se le puede dar al conflicto. Si AMLO y compañía ponen todas sus baterías en el asunto y lo convierten en su principal bandera, el asunto puede adquirir otra escala.
Fuente: Reforma
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
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