
COORDENADAS
Respiración artificial.
08/06/2010
Enrique Quintana
Enrique Quintana
Estamos viendo en estos días cómo se empieza a retirar la respiración artificial de la economía, con todo el riesgo que implica.
Los países de la Unión Europea, comenzando por Alemania, están metidos en un agresivo proceso para reducir sus déficit públicos, que promedian el 8 por ciento del PIB.
Apenas ayer, la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, acordó el mayor programa de austeridad que gobierno alguno hubiera impuesto en Alemania en la posguerra, con un ahorro de 80 mil millones de euros, algo así como 95 mil millones de dólares desde ahora y hasta 2014.
No sólo habrá recortes a los gastos. Se advirtió ya de la posibilidad de imponer un cargo fiscal a los bancos si antes de 2012 no se han recuperado los fondos que se utilizaron para apoyarlos tras la crisis.
Hace año y medio, el gran tema era cómo evitar que la economía se hundiera en una depresión como la de la década de los 30 en el siglo pasado y, para ello, no se regateó en hacer uso de los recursos públicos, lo que disparó los déficit.
Ahora el tema es cómo lograr salir de ese endeudamiento que ha causado alarma entre muchos inversionistas y que ha golpeado fuertemente a los mercados bursátiles de la zona y al euro, que ya cotiza por abajo de 1.20 dólares.
La situación no es nada fácil. Economistas como Paul Krugman y otros han subrayado que quizá sea demasiado pronto para dar un giro en la política fiscal cuando la economía aún no se recupera.
Han planteado que el paciente está demasiado débil para que le retiren los aparatos y lo saquen de terapia intensiva.
Es de aritmética elemental que el peso específico del déficit público puede reducirse a través de una baja en su valor absoluto o bien a través de un incremento del "denominador", es decir, del PIB.
En el extremo, si el déficit baja y el PIB también lo hiciera en la misma proporción, de nada habría servido el apretón fiscal.
Y ese es justamente el dilema en el que las economías europeas se mueven en este momento.
Si acaso se les pasa la mano en los ajustes, se puede correr el riesgo de un nuevo tropezón en la economía europea y probablemente en la economía global.
Si no se hace nada, entonces vamos a ver que los inversionistas van a seguir atacando al euro y a las bolsas europeas, con la posibilidad de que nuevamente haya un contagio generalizado.
Dice el polémico Krugman en su editorial de este fin de semana publicado por el suplemento Negocios de El País, a propósito de la austeridad fiscal: "Una vez más, la razón es dar a los mercados algo que no deberían querer y que actualmente no quieren".
La realidad es que para donde nos movamos hay riesgos... y si nos movemos, también los hay.
No hay que olvidar que buena parte del crecimiento económico de este año en México es producto de la "irresponsabilidad fiscal" de EU, pues con los estímulos inyectados a la economía en ese país se dio la pauta para el crecimiento de nuestras exportaciones, el verdadero motor económico en este momento.
Desde hace meses se sabía que el momento en el que se empezaran a retirar los estímulos fiscales y monetarios en todo el mundo sería crítico para definir el futuro económico.
Por lo que sucede en Europa, vemos que estamos entrando a ese momento.
Más nos vale que se hagan las cosas correctas porque todavía estamos demasiado cerca del precipicio y un nuevo resbalón podría ser fatídico.
Fuente: Reforma
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
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