Explicó que estas causas fueron señaladas por los propios jóvenes de entre 21 y 24 años, dentro de un coloquio realizado en esta semana donde el tema fue el alcoholismo.

En Celaya, en los últimos años se ha incrementado el número de establecimientos de venta de bebidas alcohólicas, pasando de 150 a más de 3 mil negocios en la ciudad; de acuerdo a información proporcionada por la Unión de Expendedores de Bebidas Alcohólicas de Celaya.

La Unión consideró que el alto número de sitios con venta de alcohol influyen en el incremento de la delincuencia.

El padre Carlos Sandoval comentó que los propios jóvenes han señalado las causas por las cuales se inician en el alcoholismo, y la principal es que sus padres no conviven con ellos.

Esto genera que por la misma ausencia de los papás, los jóvenes crezcan sin convicción de valores.

“Es increíble, cuando uno no tiene decisiones y es inmaduro, tienen miedo a que los excluyan, en la soledad buscan esas fugas. Esto genera cadenas, se van creando modelos, y si hay un papá alcohólico es muy propicio que su hijo sea alcohólico; son las cadenitas que generan más situaciones”, dijo el padre Carlos.

Agregó: “Toda esta limitante tiene la ausencia de Dios, se forman a Dios a su modo, las aspiraciones más profundas del ser humano las puede llenar Dios y ésas son las que nos están faltando”, finalizó.

* Faltan programas sociales en escuelas

Sobre el problema de alcoholismo, que es un riesgo para los jóvenes, ya sea en la escuela o en su casa, el padre Carlos Sandoval señaló que puede ser combatido con programas sociales en los planteles.

Dijo que en las universidades se anuncia la formación de valores pero no se realizan de forma real pues los estudiantes llevan la formación desde casa.

“Falta estructura del gobierno, mejores políticas hacia la juventud. Simplemente hoy en las políticas se aboga por dar libertad pero no por forjar la voluntad.

“La política educativa, en su aspecto ético y en general el sistema educativo de México va mucho a la inteligencia técnica (sic), pero mientras no haya sistemas educativos desde la familia, sectores educativos que modelen voluntades, la humanidad es frágil”, dijo.

Se genera mucha técnica pues -dijo- se dan en las escuelas especializaciones en varios temas pero ninguna es para ser mejor persona o mejor humano.

“El alcohol significa un alma que está sola, el alcoholismo significa un corazón que está vacío, una persona que se siente perdida en el mundo y busca esas fugas, por ello se crea una sociedad con tanta violencia y desintegración.

“Empiecen a valorarse como seres humanos, la vida tiene muchas oportunidades pero hay que escogerlas y aplicarse en ellas porque nada cae de manera mágica”, concluyó.