Javier Mújica externo ante sus compañeros legisladores que se estaba generando una afectación a la economía de los ciudadanos de Jiutepec, porque no sólo se les retenía el vehículo, sino hasta se les cobraba multas por varios miles de pesos, en una clara violación a la ley de ingresos del municipio.

"Son multas excesivas, porque ante el juez cívico hablamos de dos mil pesos, el arrastre está en 700 pesos, y por cada día que el vehículo esté en el corralón es un día de salario mínimo, pero a eso hay que agregarle la multa por conducir en estado de ebriedad que son como dos mil quinientos pesos. Todo eso me parece un abuso", expuso.

Sin embargo, los diputados del G-5, que en total suman nueve, con apoyo del bloque de los diputados de Jorge Arizmendi, votaron en contra de que se suspenda en el municipio de Jiutepec el alcoholímetro, por ser un método que ha disminuido el índice de accidentes automovilísticos producto de la ingesta de alcohol.

Con ello, los diputados priístas evidenciaron nuevamente la división y confrontación que mantienen rumbo la renovación de la dirigencia estatal y los comicios de 2012, al grado que ahora existen dos grupos parlamentarios, uno encabezado por David Salazar Guerrero, oficialmente reconocido por la Mesa Directiva del Congreso local y el otro por Jorge Arizmendi García, ex coordinador parlamentario.

Los siete diputados de Maricela Sánchez Cortes votaron en contra de la propuesta del priísta Javier Mújica, sin ningún elemento de peso y se unieron a los legisladores del G-5, quienes siempre debatieron a favor del alcalde de Jiutepec y en pro de que continúe el programa del Alcoholímetro en el municipio.