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Pega alcohol a morelenses.
23/05/2010
Verónica Bacaz
Embriagan bares a menores. Para las autoridades estatales, los elevados índices de consumo de alcohol en Morelos son un verdadero problema de salud pública, pues los accidentes viales relacionados con la bebida, cuyas consecuencias son fatales, superan ya la media nacional. Mientras que en todo el país los decesos ocurren a razón de 51.8 por ciento por cada 100 mil habitantes, en Morelos es del 55.5 por ciento por cada 100 mil personas.

Los Servicios de Salud de Morelos revelaron que el estado ocupa el primer lugar a nivel nacional en accidentes provocados por consumir alcohol en exceso; se estima que, cada año, los costos por atender estos casos son de alrededor de un millón 250 mil pesos.

“El índice de accidentes en nuestro estado por el consumo de alcohol es elevado, y está considerada como la primer causa de mortandad entre las

personas de 15 a 29 años de edad”, informó el secretario técnico del Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes, Raúl Cuauhtémoc Martínez Salgado.

El funcionario agregó que los niños en edad preescolar y escolar ya forman parte de dicha estadística, la cual se ha convertido en la primera causa de muerte de menores, por ir en un vehículo y no ir protegido, como con cinturón de seguridad o en silla de seguridad infantil.

“Si nos comparamos con el país, nos encontramos por arriba de la media nacional. Mientras que en México la tasa de mortalidad por cada 100 mil

habitantes es de 51. 8 por ciento por esta causa, en Morelos se ubica con 55.4 por ciento de muertes por dicha causa”, explicó.

Los municipios que encabezan este problema son Cuernavaca, Cuautla y Jojutla. Esta situación comienza a preocupar a las autoridades del sector salud, debido a que, por todas partes, está proliferando la venta de las famosas “micheladas”.

Martínez Salgado consideró que las autoridades municipales juegan un papel muy importante en la solución de este problema, pues se debe

brindar información sobre el respeto al reglamento de Tránsito; y, en el caso de los peatones, promover que utilicen las banquetas.

Agregó que son los hombres quienes más sufren estos percances, los cuales representan altos costos para el estado, por pagos de seguro,

sepelios, daños a terceros y materiales.

Dijo que una pronta solución para disminuir los accidentes por el consumo de bebidas embriagantes es no utilizar el automóvil si se va a beber y que se aplique el alcoholímetro en todos los municipios.

Representan bares y antros un peligro

La operación de los bares, discotecas y antros en Morelos resulta ya peligrosa. La corrupción de muchos de sus dueños y la delincuencia que

ataca a los establecimientos están haciendo que este sector peligre. Ejemplos de ello son el incendio en el bar Classico, ocasionado por un

comando armado el viernes por la noche; la clausura del bar “Jet”, por permitir el ingreso a menores de edad, y la deliberada venta de bebidas

alcohólicas a menores en distintos establecimientos.

Logran menores emborracharse con sólo $200 en Cuerna

Diferentes establecimientos nocturnos, tales como los bares “Bebedero”, “Las Terrazas”, “Crudalia”, “Krudelia” y “Coktail”, permiten la entrada a menores de edad, e incluso, que consuman bebidas alcohólicas. Además, no cumplen con medidas de seguridad e higiene.

DDM realizó un recorrido en el que se observó que a estos sitios acuden menores de edad, quienes, pese a la ley, consumen cerveza o cualquier

bebida alcohólica.

Este tipo de bares ofrece una variedad de “micheladas” a precios accesibles, que van desde los 35 hasta los 60 pesos, dependiendo la cantidad que se elija. Los ingredientes que “disfrazan” a estas bebidas son el chamoy y el clamato.

Además, dichos establecimientos no cumplen con las medidas de Protección Civil y de Salud, como lo hacen actualmente las discotecas

tradicionales o afiliadas a la Asociación de Discotecas, Bares y Centros Nocturnos del Estado de Morelos (Adice).

Tal es el caso del “Bebedero”, ubicado en la avenida Domingo Diez, pues su espacio es muy reducido; el techo es muy bajo y de un material denominado “tejamanil”, el cual es altamente flamable.

“Llegué aquí desde las 17:00 horas. Me gusta mucho la ‘michelada’ con camarones o de aceitunas, lo malo es que luego la cerveza sabe a quemada”, expresó Maritza, menor de edad.

Los bajos precios en estos lugares también provocan que los jóvenes consuman más alcohol, pues, con tan sólo 200 pesos, pueden tomarse

hasta 4 litros, lo que pone en riesgo su salud.

En el bar “Coktail” llegan a rebasar los horarios de cierre, pues están operando hasta las 6:00 horas. Ahí ofrecen un litro de vodka en 60 pesos.

Éste, a decir de los discotequeros organizados, puede tratarse de alcohol adulterado, pues a un litro de esta bebida no se le puede obtener una ganancia sustanciosa con dicho precio.

El bar “Krudelia”, en la avenida Domingo Diez, además de que se encuentra a unos 500 metros del Colegio de Bachilleres, desde muy temprana hora venden “micheladas” y no solicitan la credencial de elector en la entrada.

En una situación similar se encuentra “Crudalia”, ubicado en la avenida Teopanzolco, en el que se permite la entrada de los menores de edad y los litros de cerveza están rebajados, dicen los clientes.

Rafael llegó este viernes con sus tres amigos a “Crudalia” a relajarse y escuchar música, tras una larga semana escolar. Uno de ellos portaba la playera del uniforme.

Otro lugar que abre desde temprana hora es “Las Terrazas”, ubicado en una plaza comercial del Centro. Ahí permiten la entrada a menores de

edad, e incluso a niños. Con el pretexto de la venta de comida.

En este sitio se encontró a Sonia, acompañada de dos jóvenes más. Los tres aparentaban entre 15 y 16 años. Al parecer, Sonia ya había bebido

cuatro cervezas de la promoción “2x1 a 35 pesos”. En el lugar había poca gente, eran apenas las 20:00 horas y era la única que cantaba a todo pulmón. Sus movimientos ya eran lentos y sin coordinación.

El presidente de Adice, Andrés Remis Jiménez, declara que las autoridades estatales y municipales los obligan a contar con un reglamento de seguridad. Entre las medidas que deben tomar está hacer revisiones en las entradas.

“Son una bomba de tiempo (los bares). A nosotros nos piden que contemos con detector de metales y que se realicen revisiones corporales para

que la gente no ingrese armas ni drogas”, aseveró.

Cada discoteca debe realizar simulacros de Protección Civil, además de realizar bitácoras registradas ante las autoridades.

Remis Jiménez comentó que mantener una discoteca resulta costoso para sus propietarios. Sin embargo, abrir un bar no implica mayor inversión,

pues únicamente se renta un local, se consigue la licencia de operación, y las cervecerías se encargan de instalar lo demás.

Sin embargo, en ninguno de estos establecimientos se tiene la certeza de que las bebidas que se consumen, como cerveza y alcohol, no estén

adulterados. Tampoco se tiene control de la cantidad que consume cada cliente, lo que aumenta la probabilidad de adicción a esta droga lícita por parte de los jóvenes.

Ante esta situación, autoridades del sector salud recomiendan revisar bien que los sellos de las botellas no estén violados, que cuenten con el certificado que expide la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (marbetes) y que las cervezas se destapen en presencia del cliente.

Fuente: Diario de Morelos    
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO    





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